El edificio S-600 de la torre de control de tráfico aéreo en la Base Aérea de Zaragoza (BAZ) se construyó hace más de 50 años y es el edificio encargado de evitar coaliciones, gestionar el flujo del tráfico aéreo y proporcionar información crucial a las aeronaves. Recientemente, el Ejército del Aire y el Espacio denunció que la falta de modernidad del edificio no permite que se llegue a su completa funcionalidad.
Como motivos de su urgente petición han expuesto que “actualmente la torre de control de la Base Aérea de Zaragoza se encuentra anticuada, el espacio en ella es reducido y su acceso hasta la parte más alta se realiza por escalera peatonal la cual tiene tramos complejos”. Siendo este uno de los edificios calificados como “más importantes” para la seguridad aeroportuaria, explican que es necesario que garantice el confort necesario al entorno laboral limitando el “estrés de agentes externos” haciendo posible que el personal.
Lo principal cuando se habla de la remodelación del edificio es principalmente dotarlo de todos los elementos y sistemas necesarios para realizar sus funciones, lo cual se traduce en que se amplíe el espacio interior y dotando el acceso a la parte más elevada de un ascensor, ya que actualmente es mediante escaleras metálicas.
El proyecto incluye conexiones de energía que vayan de acuerdo con lo establecido en el RD 244/2019 del 5 de abril de generación mínima de energía eléctrica. De acuerdo con esto, se busca que el edificio se adecúe al bienestar térmico en función del clima, del uso previsto y del régimen de invierno o verano, todo buscando que se utilice únicamente la energía necesaria.
Otro de los cambios en el edificio proyectado consiste en la protección contra el ruido. Todos los constructivos verticales y horizontales del edificio contarán con el aislamiento acústico necesario de acuerdo con sus funciones. Esto es para no poner en peligro la salud de las personas que allí trabajan.
Excepto las instalaciones de comunicaciones y control de tráfico aéreo, se busca un “desmontaje total de las instalaciones existentes” que dará como resultado un “rediseño del edificio existente y una ampliación del mismo”. Para que esto no interfiera con los sistemas de la BAZ, se instalarán sistemas de canalización que permitan el funcionamiento del nuevo edificio.
Los sistemas que no puedan adaptarse a la BAZ mediante canalizadores, por su antigüedad o porque no figuran en el diseño, serán reinstalados o reparados dependiendo de sus condiciones.
La torre de control quedará inhabilitada durante este periodo de tiempo que se encuentre en obras, lo que hará necesario que el control de tráfico aéreo se haga de otra manera.
La estimación de tiempo del proyecto circula alrededor de los cinco meses, con una estimación económica de 1.287.578,05 de euros.
La Torre de Control permanecerá ubicada en la misma zona, al sur de la base militar. El diseño del nuevo edificio busca que disponga de las siguientes zonas:
Un hall de entrada con accesos para la escalera y otro para el ascensor (finalizado en la planta 5), el cual tendrá un vestíbulo de independencia, esto es un acceso a zonas como escaleras o aseos (zonas a independizar).
Salas de equipos que estarán diferenciadas y separadas por instalaciones siguiendo la clasificación de baja tensión, continuidad, comunicaciones y climatización.
Otras zonas serán una oficina personal TWR, salas de descanso y vestuarios, salas de usos múltiples u office y aseos.
Todo el edificio será zona restringida para personal de la Escuadrilla de Control de Tránsito Aéreo de Zaragoza (ECTA), que será regulada mediante control de accesos. Además, fuera del edificio está prevista la instalación de un anexo para las instalaciones de clima y aire comprimido.