La infanta Sofía ha vuelto a ser protagonista en una competición deportiva un año después. Asistió con la reina Letizia al Mundial Femenino de fútbol de Sidney, y ahora acompaño a su padre, en Berlín, en la Final de la Eurocopa, que España ganó a Inglaterra.
Las imágenes de las televisiones mostraron el nerviosismo y la emoción con que padre e hija siguieron el encuentro, sin que faltaran confidencias y comentarios después de cada una de las jugadas de los nuestros. Y saltaron ambos con los goles de la Selección.
Terminado el encuentro, el rey y la infanta bajaron al terreno de juego para encontrarse con los jugadores y felicitarles. Don Felipe les saludó uno por uno cuando fueron recogiendo las medallas de campeones y, después, la copa de esta Eurocopa 2024.
Llegó el momento de levantar la copa, la infanta Sofía mostraba su lado más tímido, negándose a ser ella la encargada de entregar el trofeo al capital de la Selección, Álvaro Morata.
Aunque es conocida su afición por el fútbol, que le gusta practicar, prefirió dejar todo el protagonismo a su padre, que terminó compartiendo con el equipo la euforia de haberse proclamado campeones.
La coincidencia de la presencia de la infanta Sofía en las dos celebraciones deportivas, ambas con éxito para España, ha hecho que varios periodistas empiecen a comentar que es un talismán para los equipos españoles en las competiciones internacionales.
Y eso ha llevado a dar un paso más allá. El Chivato ha escuchado a periodistas musicales que la infanta Sofía tiene que ir de público a Eurovisión.
“Con ella allí, seguro que ganamos” aseguran estos reporteros.
“Llevamos tres europeos y un mundial, y va siendo hora de que ganemos Eurovisión”, señala otro.
