Vox no tumbará los gobiernos autonómicos del PP. Pese al intercambio de advertencias en público entre ambos partidos, la formación de Santiago Abascal ha tranquilizado en privado a los barones populares con el mensaje de que no van a romper los pactos, si montan bronca con el reparto de ‘menas’ por España.
De hecho, el PP mantiene las espadas en alto con Vox por la acogida de los 6.000 menores inmigrantes no acompañados que desbordan la capacidad asistencial de Canarias, aunque no llega tan lejos como para plantear una ruptura de sus acuerdos.
En la dirección del partido admiten en privado que ha sido la primera vez que el equipo de Alberto Núñez Feijóo ha dado credibilidad a uno de los órdagos de su socio.
La conferencia sectorial entre el Gobierno y las autonomías, convocada para este miércoles, se presenta clave para intentar resolver el grave problema migratorio que padece Canarias, pero también para comprobar el grado de fortaleza de las coaliciones PP-Vox en Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Extremadura.
Pese al ultimátum de Vox y las significativas diferencias entre ambas fuerzas en esta materia, los presidentes autonómicos del PP han recibido el mensaje de los líderes del partido de Abascal en sus territorios de que esta cuestión no va a amenazar sus gobiernos, que acaban de cumplir su primer año de vida. Así lo reconoce un alto dirigente regional del PP, al que ha tenido acceso Confidencial Digital.
No obstante, el problema migratorio es un asunto de la máxima preocupación para Vox y, según admiten varios líderes autonómicos del PP, puede convertirse en la línea roja que fracture las alianzas.
Fuentes del aparato de Vox definen como un “pulso” la situación en estos momentos, e incluyen en la ecuación a los barones populares como un tercer actor que puede resultar decisivo de cara a la distribución de los menores migrantes por todo el país.
En los territorios, a diferencia de la dirección nacional, los líderes de Vox rebajan su órdago.
Es decir, creen que las facilidades que ha puesto el PP nacional a la solidaridad distan de la posición real de los presidentes regionales, en cuyo criterio confía Vox como última opción para dificultar el reparto de los más de 2.500 menores migrantes.
Según las fuentes consultadas por ECD, los líderes autonómicos del partido de Abascal han trasladado a los respectivos barones del PP que les basta con que realicen gestos, presenten recursos que traten de paralizar la distribución si finalmente se ordena… para no romper sus pactos.
En definitiva, han pedido a los presidentes regionales que no se lo pongan fácil al Gobierno central: que monten bronca, le planteen condiciones, escenifiquen resistencia… al reparto de ‘menas’ por toda España.
Es la exigencia, en privado, para mantener los pactos en autonomías y ayuntamientos.
Según las fuentes consultadas, uno de los gestos que los presidentes del PP han prometido a Vox, para escenificar esa resistencia al Gobierno, será negarse a aceptar más menores inmigrantes en el caso de que no consideren suficientes los medios que les ofrezca.
El PP ha reclamado al Ejecutivo en las últimas horas que, ante una situación de emergencia migratoria, habilite un fondo de contingencia con dinero suficiente para dotar a las comunidades autónomas de medios personales, materiales, técnicos y económicos con los que abordar la grave situación de los menores.
En Génova insisten en que sus barones van a exigir al Gobierno un pacto por escrito, “porque todo con este Gobierno debe ser por escrito”, un acuerdo en el que “todas las comunidades participen en una hipotética acogida, sin excepción”.
Ese último requisito se plantea pensando en Cataluña, después de que Junts haya solicitado que la comunidad se quede fuera del reparto.
El mensaje en privado de Vox, de que no tumbará sus gobiernos si, a cambio, montan bronca por el reparto de ‘menas’, ha tranquilizado a los presidentes autonómicos del PP.
Es el motivo, reconocen en una destacada autonomía del PP, por el que los populares han decidido en las últimas horas ignorar el órdago de Vox y asegurar que están dispuestos a seguir acogiendo a los menores inmigrantes en sus comunidades, pero con el método actual y no mediante una reforma de la Ley de Extranjería para forzar el reparto.
Esto es, el PP busca un término medio. Defienden que la “solidaridad” de sus territorios tiene un límite, y exigen al Gobierno que atienda a la saturación de las distintas regiones y se habiliten también más medios materiales.
Mientras tanto, llevan días intentando sacudirse la presión, asegurando que actuarán según sus principios, no los de Vox.