El Gobierno acaba de presentar su nueva app o sistema de verificación de la mayoría de edad en el acceso a contenidos pornográficos o para adultos en Internet. Pero busca también que aplicaciones como Whatsapp y Telegram se sumen a su estrategia, con el fin de impedir el envío de vídeos entre menores.
Como explicó el Ejecutivo, serán las plataformas y páginas webs las que tendrán que cerciorarse de que los usuarios que acceden a ellas cumplen más de 18 años. Lo harán a través de esta app que conocerá la edad, aunque no identificará por nombres, apellidos, dirección, ubicación…
La app se llamará “Cartera Digital Beta”, será de descarga voluntaria y estará disponible, previsiblemente, al final del verano.
El plan está pensado únicamente para los grandes portales de contenidos pornográficos, como Pornhub, Stripchat, XVideos, etc.
Sin embargo, expertos consultados por Confidencial Digital destacan que una parte importante de los vídeos circulan en redes sociales, como la red X, que ya permite oficialmente el porno, y también aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram.
Por ello, el Gobierno ha intentado implicar a todo el sector tecnológico en su plan, y ya ha mantenido reuniones, tanto con operadoras como grandes tecnológicas, como Apple, Google, Meta, Microsoft, de quienes dependen sistemas operativos, dispositivos y aplicaciones.
Solo estarán obligadas, por ahora, a efectuar la verificación de edad las plataformas de intercambio de contenidos para adultos establecidas en España.
Es decir, el resto de plataformas no tienen obligación, de momento, de incluir dicho sistema. Fuentes del Ejecutivo, a las que ha tenido acceso ECD, explican que el Ministerio de Transformación Digital, que dirige José Luis Escrivá, presiona a Whatsapp y Telegram para que adopten la estrategia de manera voluntaria.
De esa forma, si estas aplicaciones de mensajería decidieran hacerlo, cuando detectaran el intercambio de contenido pornográfico podrían ofrecer un código QR para que los usuarios den cuenta de que son adultos. Esto es, acreditar que se trata de usuarios mayores de 18 años.
El usuario deberá descargarse voluntariamente la aplicación. Una vez la tenga instalada en su teléfono móvil, tendrá que solicitar la acreditación que certifique su mayoría de edad. Esta credencial será emitida por el Gobierno.
Cuando el usuario intente acceder a una plataforma o página web de contenido para adultos, ésta le solicitará que acredite que es mayor de edad. Para ello, la pantalla mostrará un código QR que el usuario deberá escanear con la cámara de su teléfono móvil.
Si cuenta con una credencial que lo acredita como adulto, podrá acceder al contenido, que quedará bloqueado en caso contrario.
Hace un año, en plena precampaña de las generales, Alberto Núñez Feijóo anunció que, si gobernaba, pondría en marcha un plan para impedir que un menor “pueda tener acceso a páginas de Internet que son absolutamente impropias”, haciendo referencia explícita a la pornografía.
En enero de este año, Pedro Sánchez adelantó un plan con el mismo objetivo y Feijóo reaccionó criticando el modelo: “El problema es mucho más complejo (...). Que nos copien bien”.
El PP quería ir mucho más lejos y pretendía regular no solo el acceso de los menores, sino también los contenidos, y que fueran las operadoras las encargadas de los vetos, una solución con importantes riesgos de privacidad.
En febrero, José Félix Tezanos publicó un CIS a medida del plan presentado un mes antes: un 93,9% de los encuestados está a favor de “restringir o prohibir” el acceso de menores de edad a páginas pornográficas.