Pedro Sánchez ha ubicado la “sede” de la “máquina del fango” en la Comunidad de Madrid. La reacción que se produce después de que dirigentes del PP hayan reconocido a Moncloa que es Isabel Díaz Ayuso la que presiona a Alberto Núñez Feijóo para llevarle al límite y obligarle a dar explicaciones sobre los negocios de su mujer, Begoña Gómez.
De hecho, fuentes de la cúpula de Génova admiten a Confidencial Digital que Feijóo no tiene contemplado por ahora citar a Sánchez en la comisión de investigación del Senado sobre el ‘caso Koldo’. Incluso, ha decidido aflojar el ritmo de las comparecencias, una vez que han pasado los distintos procesos electorales.
Por el momento, los populares tienen en mente fijar la fecha de tres o cuatro comparecientes durante las próximas semanas, y prevén un descanso de la comisión de investigación durante el verano, descartando habilitar los meses de julio y agosto para celebrar alguna sesión.
En la semana previa a las elecciones europeas, el PP decidió llamar a comparecer a la presidenta del Congreso y expresidenta balear, Francina Armengol, que fue la última persona que desfiló por el Senado.
Y, después de haber amenazado en varias ocasiones con citar a Pedro Sánchez antes del 9-J, y de no hacerlo, Génova no pretende tampoco por ahora llamar al presidente a declarar, aunque advierten de que manejan los tiempos en esta Cámara, al contar con mayoría absoluta y por tanto la Mesa de la comisión se podría reunir de urgencia en cualquier momento.
Al entender que Sánchez no dio las explicaciones oportunas sobre los negocios de su mujer durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados el pasado 22 de mayo, el PP decidió incluir al jefe del Ejecutivo en la lista de citados a declarar.
Sin embargo, es la Mesa de la comisión, en la que el PP tiene mayoría, la encargada de fijar la fecha de los comparecientes, y por ahora no está previsto que vaya a llamar a Sánchez hasta ya después del verano.
Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de los movimientos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lleva semanas presionando a Alberto Núñez Feijóo para que cite a Pedro Sánchez en el Senado, especialmente tras conocerse que su esposa tenía la condición judicial de “investigada” desde el 16 de abril, y que ya ha sido citada a declarar ante el juez el próximo 5 de julio.
La líder madrileña considera que esas informaciones en torno a Gómez son “causa más que suficiente” como “para ir con todo” y forzar cuanto antes la comparecencia de Sánchez.
Incluso era partidaria de llevar al presidente al Senado por el caso Begoña Gómez antes del 9-J. Una imagen inédita de un jefe del Ejecutivo en ejercicio de su actividad. Pero Feijóo se negó.
Ahora, según ha podido conocer ECD por fuentes conocedoras de las conversaciones, miembros del equipo de Feijóo han reconocido en los últimos días a altos cargos de Moncloa que es la presidenta madrileña la que presiona al líder del PP para llevar al límite y “triturar” al jefe del Ejecutivo y a su mujer.
En el entorno de Sánchez han hecho suya esta explicación, y el presidente ha concluido que “es Ayuso la que calienta los cascos a Feijóo”, lo que le llevó, hace unos días, a una reacción airada en televisión, y a ubicar en la Comunidad de Madrid la “sede” de la “máquina del fango”, y no en el PP y Vox de forma genérica como hasta ahora.
Saben que los miembros la cúpula del Partido Popular de Madrid son firmes partidarios de “acorralar” a Sánchez” cuanto antes en la comisión de investigación del Senado, y de llevarle al límite, obligándole a dar explicaciones sobre los negocios de Begoña Gómez. Echan en cara a Feijóo, de hecho, el “clamoroso indulto” al presidente del Gobierno.
En el círculo de máxima confianza de la presidenta madrileña cuentan a Confidencial Digital que Ayuso ha mostrado al propio Feijóo su malestar Feijóo por las “reservas” que mantiene con la mujer de Sánchez, siendo así que “los socialistas han arremetido sin escrúpulos contra su padre, su madre, su hermano…”.
Defienden incluso citar a Begoña Gómez a declarar en el Senado, porque consideran que los socialistas “empezaron primero” a involucrar a los entornos familiares en la disputa política, en referencia a que Sánchez pidió en el Congreso la dimisión de Ayuso por el presunto fraude fiscal de su novio, quien sí está siendo investigado por los tribunales.
En el entorno de Isabel Díaz Ayuso no olvidan que recibieron hace meses información, procedente de altos cargos de la Agencia Tributaria, de que Moncloa estaba trabajando con un grupo de expertos, que reportaba también a la sede del PSOE en Ferraz, al que se le transmitió la orden expresa de “sacar mierda de Ayuso”.
En la dirección del PSOE admiten que fue el propio presidente del Gobierno el que ordenó poner en marcha esta “cacería contra Ayuso” como venganza a la implicación de su esposa, Begoña Gómez, en el ‘caso Koldo’. Lo hizo tras conocerse las reuniones de Gómez con varios empresarios que aparecen en el sumario de la trama, como Víctor de Aldama.
Explican que el enfado de Sánchez es mayúsculo por esa vinculación directa de su esposa con la corrupción que han realizado algunos medios, especialmente El Confidencial.com y ‘The Objective’. Así se lo ha transmitido en privado el jefe del Ejecutivo a su grupo de fieles en La Moncloa.
“El cabreo con Pedro Sánchez por la amnistía y por el caso de Begoña Gómez hace que Vox mantenga su suelo”, responden en Génova, en línea con otros barones del PP que, a diferencia de Ayuso, ya advertían de que exaltar demasiado las pasiones en campaña podía beneficiar a los ultras.
La extrema derecha es la clave que desconcierta al PP. El 23-J, las elecciones gallegas, vascas y catalanas apuntaron que Feijóo podía lograr la unificación del voto de centroderecha: Ciudadanos desapareció, cediendo sus votos a los populares, y Vox retrocedía en las urnas.
Sin embargo, Vox ha recuperado fuelle en la campaña europea, gracias a Javier Milei y a que todos los partidos le han hecho la campaña a Santiago Abascal al situarlo como la pieza a batir, igual que han hecho el resto de los partidos de la UE con las formaciones de ultraderecha.
La aparición de un activista antisistema como Alvise Pérez -competidor por la derecha- ha complicado también los planes del PP de ganar al PSOE por goleada el 9-J.
En cambio, en el equipo de Alberto Núñez Feijóo sostienen que tienen que prolongar los trabajos de la comisión porque aún ni siquiera conocen el volcado de los 23 móviles de Koldo García, y cada día van saliendo nuevas informaciones.
Frente a las prisas de la presidenta madrileña, la dirección del PP quiere esperar el “momento oportuno” para pulsar el botón nuclear.
El líder del Partido Popular, de hecho, admite en privado que “tiene miedo”. No pasa por alto que el presidente del Gobierno suele “salir vivo” de este tipo de encrucijadas, y que él mismo desafió en la tribuna del Congreso a Feijóo a que le llamase al Senado, tanto a él como a su esposa. “Iremos encantados”, ironizó.
Génova se ha propuesto evaluar antes con detenimiento el impacto que tendría forzar una fotografía del presidente del Gobierno sentado en una comisión de investigación, y cómo podría alimentar esa circunstancia la estrategia “victimista” del líder socialista frente a lo que él califica como “la máquina del fango” de “la derecha y la ultraderecha”.
