Tecnologías como el Big Data, la inteligencia artificial y la realidad virtual se aplican cada vez más en las agencias y plataformas inmobiliarias, facilitando tanto el análisis de datos para determinar el valor de una propiedad como la creación de visitas virtuales en 3D. Estos avances reducen los tiempos de espera y ofrecen a los usuarios información más precisa, algo especialmente valioso en el contexto de un mercado inmobiliario en constante cambio.