A lo largo de la historia, las ciudades costeras y sus alrededores han sido centros vitales de la economía mundial, beneficiándose de su proximidad al mar y convirtiéndose en nodos clave del comercio y las comunicaciones mundiales. Sin embargo, el cambio climático está transformando estas zonas, planteando importantes retos medioambientales, económicos y sociales para las poblaciones locales.