El número de divorcios en España ha aumentado más de un 5% desde la pandemia hasta superar los 81.000. Un crecimiento que tiene consecuencias, entre otros, en el sector inmobiliario. Una problemática que aumenta en un momento donde el acceso a la vivienda es tema candente en todas las ciudades. Sobre todo teniendo en cuenta que el 45% de estos divorcios no tienen hijos de por medio y que la edad media es de unos 47 años, por lo que existe una alta probabilidad de que haya una vivienda comprada.