Eso significaba, sencillamente, que el poder en sus aspectos más destacados, económico, social y religioso, era el factor PREDOMINANTE en las IDEOLOGÍAS. Finalizada la guerra civil, volvieron, por pura lógica militar, los famosos triunviratos dirigentes de la masa social componente de cualquier sociedad: el poder “religioso”, el poderío de la “nobleza tradicional” y el agrupamiento organizado “Militar”.