Hasta las reiterativas noticias sobre las Clarisas de Belorado, no se oía de monjas; si bien, a las Hermanas de la Cruz, tan numerosas, las encontramos por la calle en la mañana al regresar al convento tras una noche en vela junto a enfermos crónicos; son inconfundibles por sus alpargatas y hábito pardo de de estameña.