Los estudios han demostrado que los alimentos orgánicos a menudo tienen niveles más bajos de residuos de pesticidas y pueden contener más antioxidantes y nutrientes beneficiosos. Resistencia al cambio climático También tiende a adaptarse mejor ante los efectos del cambio climático. Las prácticas orgánicas pueden ayudar a aumentar la capacidad de retención de agua del suelo, mejorar la resistencia a las sequías y reducir la vulnerabilidad a las inundaciones y otros eventos climáticos extremos. Además, al evitar el uso de combustibles fósiles en forma de fertilizantes y pesticidas, la agricultura natural también puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la agricultura convencional.