Asociaciones de padres y madres, comunidades educativas y consejos escolares de los centros se levantan en pie de guerra contra la consulta que se prevé para finales de enero en la provincia de Alicante (y el resto de la Comunidad Valenciana) en la que las familias podrán elegir entre castellano y valenciano la lengua mayoritaria en la que quieren que estudien sus hijos el próximo curso.