Aunque el frío de enero reduce la afluencia de turistas, las calles de Alicante continúan siendo escenario de grandes grupos de visitantes guiados que desafían las recomendaciones pactadas entre el Patronato de Turismo y la asociación de Guías Oficiales de la Comunidad Valenciana hace poco más de un mes. El decálogo, firmado el pasado 5 de diciembre, establecía límites en el tamaño de los grupos de turistas, proponía el uso de tecnología de audio individual para evitar molestias generadas por altavoces y megáfonos y buscaba fomentar el respeto hacia el patrimonio y el consumo en comercios locales. Sin embargo, en la práctica, las medidas parecen quedar en el papel mojado.