Un barrio engalanado, la calle Madrid decorada para la ocasión, los turistas se detienen porque los vecinos celebran. Todavía hace calor y pocos resisten a mirar y no mojarse. Enfrente, la playa del Postiguet y a la espalda, el Castillo de Santa Bárbara. El Raval Roig celebra sus fiestas de 1974, hay cucaña y niños que apuran el verano mirando de reojo la vuelta al cole, tan deprimente. Las tradiciones se aferran al barrio de Virgen del Socorro, tan singular y auténtico, parte inquebrantable de la Alicante que un día fue y de la que cada vez queda menos.