Una jurisdicción al borde del colapso y, en el caso de Alicante, con el mismo número de juzgados que hace 37 años. Las demandas por despido y las reclamaciones de prestaciones inundan los juzgados de lo Social de la provincia con listas de espera que superan los dos años. Esta cifra que excede con creces la demora aceptable para una materia que requiere plazos ágiles, ya que de sus sentencias dependen las indemnizaciones que reclaman los demandantes, mientras la carga de trabajo sigue en aumento. En lo que va de año, ocho demandas diarias por despido y casi diez por reclamaciones de prestaciones.