María José recibió una llamada: su abuelo estaba enterrado en el Cementerio de Alicante. La primera Ley de Memoria Histórica, surgida tras un proceso abierto por el juez Baltasar Garzón en 2007, consiguió hacer público un censo de desaparecidos que puso nombres y apellidos a los represaliados que fueron víctimas del franquismo. "Nos desplazamos hasta el cementerio y, cuando vimos su nombre escrito a mano en las fosas, nos quedamos de piedra", explica la nieta de Ginés Pérez Egidio.