El rascacielos más alto del mundo está comenzando a tomar forma en un rincón del planeta donde la ambición no tiene límites. En el aire, se sienten las vibraciones de la ciudad que, día tras día, ve crecer una estructura que parece desafiar las leyes de la física.
Este proyecto, impulsado por una combinación de poder económico y tecnología de punta, refleja una obsesión por alcanzar el cielo y llevar la arquitectura más allá de lo conocido.
El rascacielos más alto del mundo en construcción es el Burj Binghatti Jacob & Co Residences, que se levantará en el distrito de Business Bay, en Dubái.
Este nuevo edificio se convertirá en un símbolo de innovación y ambición arquitectónica. (Fuente: Instagram @jacobarabo)
Con una altura proyectada de 595 metros y 105 plantas, esta torre se destaca como una de las residenciales más exclusivas del planeta.
Aunque Six Senses Residences, también de Dubái, lo supera en el número de plantas, el diseño del Burj Binghatti marca la diferencia por su enfoque de lujo y sofisticación. La construcción comenzó en 2022 y se espera que esté terminada para 2026.
Estas son las características clave del Burj Binghatti Jacob & Co Residences:
Dubái se caracteriza por ser un lugar donde la arquitectura de vanguardia se fusiona con el lujo más exclusivo, reafirmando el poder económico y el avance de la ciudad en la construcción de supertorres.
En América Latina, el título de rascacielos más alto está reservado para la Torre Rise, un imponente proyecto ubicado en Monterrey, México. Este rascacielos, que alcanzará los 475 metros y contará con 88 plantas, se perfila como el más alto de la región.
El diseño está a cargo del estudio Pozas Arquitectos, y la torre combinará espacios residenciales, oficinas y un hotel de lujo. Además, el proyecto incluirá zonas verdes y áreas recreativas, promoviendo un entorno urbano más integrado con la naturaleza.
La Torre Rise no solo representa un avance significativo en la arquitectura moderna de la región, también tiene como objetivo consolidar a Monterrey como un referente en el desarrollo urbano de América Latina.
La construcción comenzó en 2020 y se espera que se termine en 2026, siendo un emblema de modernidad y sostenibilidad.
