Incómodos pero necesarios, los alargadores o prolongadores eléctricos, también conocidos como "zapatillas" permiten extender el alcance de los enchufes eléctricos, permitiéndonos conectar aparatos a una distancia mayor de la fuente de alimentación.
Estos dispositivos, que en Argentina deben estar aprobados por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), también sirven para conectar varios dispositivos a la vez, multiplicando la cantidad de tomas disponibles.
Sin embargo, con el avance tecnológico, los alargues comienzan a perder terreno y ya tienen un sustituto innovador.
Se trata de una torre de alimentación multifuncional que actúa como un alargador moderno. El aparato Incluye tomas de corriente tradicionales, puertos USB y carga inalámbrica, lo que permite cargar dispositivos compatibles sin cables, ofreciendo comodidad, mayor velocidad de carga y menos desgaste en los conectores.
Otro punto fuerte de estas torres es su seguridad, ya que se encuentran equipadas con sistemas de protección contra sobretensiones, cortocircuitos y sobrecargas, previniendo daños en la instalación eléctrica.
Incluso, algunos modelos incluyen interruptores de encendido y apagado para ahorrar energía.
Finalmente, estos modernos aparatos se diferencian de los alargues tradicionales por su diseño vertical, perfecto para mantener el hogar ordenado y sin tantos cables sueltos.
No todos los elementos, como en el caso de los electrodomésticos, son seguros para enchufar en una zapatilla eléctrica, dado que pueden sobrecargarse.
Según indicó el ingeniero de ejecución en electricidad, Luis Aaron Barra, es necesario considerar "el consumo real de cada electrodoméstico u objeto a conectar, y la suma de potencias total".
En diálogo con "Radio Bío Bío Chile", el experto señaló que los "alargadores o extensiones están limitados por el calibre, largo y conexiones del cable al momento de fabricarlos y certificarlos".
Según remarcó el especialista, los electrodomésticos que no deben enchufarse a un alargue son:
