Un equipo internacional de científicos descubrió huellas fósiles de un cocodrilo prehistórico que caminaba erguido sobre dos patas y cazaba dinosaurios.
Este hallazgo, realizado en Corea del Sur, cambia lo que sabíamos sobre estos animales prehistóricos y su evolución.
El Batrachopus grandis, como fue bautizado, presenta una locomoción completamente diferente a la de los cocodrilos actuales, lo que sugiere adaptaciones más dinámicas para su época.
El hallazgo científico de las huellas fósiles del Batrachopus grandis en el yacimiento de Jahye-ri, Corea del Sur, ha sacudido las teorías sobre la evolución de los cocodrilos.
Publicado en la revista Scientific Reports, este descubrimiento revela que, hace 120 millones de años, existía un cocodrilo prehistórico capaz de moverse erguido sobre dos patas.
Según la revista de divulgación Muy Interesante, estas huellas, de 18 a 24 centímetros de longitud, no solo pertenecen a un reptil de gran tamaño, sino que también evidencian una postura completamente diferente a la de los cocodrilos actuales, que se desplazan sobre cuatro patas.
Lo que hace único a este descubrimiento es que las huellas no presentan marcas de manos ni arrastres de cola, lo que sugiere que el Batrachopus grandis caminaba sobre sus patas traseras, similar a un dinosaurio bípedo.
Los investigadores han estimado que este cocodrilo prehistórico alcanzaba una longitud de tres metros y un peso de aproximadamente 450 kilogramos, lo que lo convierte en un depredador ágil y formidable para su época.
Tradicionalmente, los cocodrilos se han visto como animales acuáticos o semiacuáticos, con comportamientos más lentos y menos dinámicos. Sin embargo, este descubrimiento muestra que algunos de estos reptiles desarrollaron habilidades mucho más activas y especializadas.