Un nuevo año comienza y la arquitectura que viene y que guiará los próximos meses estará marcada por tres pilares: conexión con lo orgánico, eficiencia energética y compromiso con la sustentabilidad.
En 2025, la arquitectura sostenible y tecnológica será la tendencia dominante en el sector de la construcción. Esto se debe a la creciente conciencia ambiental y a la demanda de edificios más eficientes energéticamente.
Algunos de los puntos destacados de esta tendencia que llegó para quedarse son:
Los arquitectos siguen buscando respuestas en esta línea con el uso de materiales reciclados o naturales que siempre favorezcan la eficiencia energética y el ahorro en el consumo de energía de los hogares. Materiales como revestimientos de madera reciclada o de piedra natural destacan por su calidez y por durabilidad.
En las construcciones actuales se buscan modelos de construcción eficientes y sistemas que sean durables, estéticos y permitan mejorar la eficiencia térmica, ayudando a reducir la demanda de energía. En este sentido los propios edificios buscan gestionar mejor su energía e incluso ser capaces de producirla utilizando tecnologías como paneles solares, aislamiento térmico, sistemas de ventilación natural y de consumo energético eficiente.
Ligado a la arquitectura orgánica, busca integrar la naturaleza en las edificaciones reduciendo el consumo de energía y siempre orientado a la salud de las personas. En este campo vemos como cada vez más los proyectistas utilizan elementos y materiales como la arcilla, la piedra o la madera, incluyen en sus proyectos jardines verticales o techos verdes e incluso sistemas de recolección de aguas pluviales.
Esta tendencia busca aprovechar al máximo las condiciones naturales del entorno para reducir el uso de sistemas artificiales de climatización con un diseño que aprovecha el sol en invierno y minimiza el calor en verano, valiéndose de la ventilación natural para enfriar los espacios y maximizando la inercia térmica de los materiales para mantener temperaturas estables.
La tecnología es una gran aliada para la sostenibilidad y su uso seguirá siendo tendencia en 2025 para favorecer el ahorro energético. Sistemas de control de temperatura y calidad del aire, Inteligencia Artificial (IA), asistentes virtuales, tecnología aplicada a la digitalización del diseño arquitectónico, gestión de datos. Todas estas nuevas herramientas han modificado los procesos arquitectónicos y de construcción, mejorando la calidad del trabajo y la eficiencia de los proyectos.
Como vimos este nuevo año la arquitectura será sostenible, unida a lo orgánico, cada vez con mayor apuesta por la eficiencia energética y la integración con el entorno utilizando a la tecnología como una gran aliada.