El Sol, fuente de vida y energía para la Tierra, sigue siendo uno de los misterios más grandes del universo, incluso con los avances tecnológicos que lo permitieron explorar. Entre sus secretos, uno de los más destacados es el comportamiento de su corona, una región que sigue desconcertando a miles de científicos alrededor del mundo.
En este contexto, la Agencia Espacial Europea (ESA) llevó a cabo una ambiciosa misión a finales de 2024 para analizar la corona solar y descifrar por qué alcanza temperaturas mucho más elevadas que la superficie del Sol.
En 2025, un evento sin precedentes marcará un hito en la observación solar: el primer eclipse solar artificial. Este fenómeno es posible gracias a la misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA), que consiste en dos naves lanzadas con el objetivo de crear eclipses solares "a demanda". Ambas permitirán estudiar la zona media de la corona gracias a que una de ellas bloqueará la visión del Sol de la otra.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará dos naves al espacio para estudiar la corona del Sol.
Según la NASA, la corona solar, cuyo descubrimiento tuvo lugar durante un eclipse solar total en 1724, tiene temperaturas extremas que pueden alcanzar los 2 millones de grados Fahrenheit, mientras que la superficie se encuentra a 10.000 grados.
Las dos naves de Proba-3 volarán en formación sincronizada a solo 144 metros de distancia entre sí, en una órbita elíptica alrededor de la Tierra a 60.000 kilómetros de nuestro planeta. Una de las naves llevará un disco de 1,4 metros de ancho para bloquear la luz del Sol de la otra nave y obtener una imagen de la sombra resultante.
El objetivo será crear un eclipse solar artificial.
La sombra se proyectará durante seis horas, tiempo suficiente para observar la estructura, la dinámica y los procesos de calentamiento de la corona solar.
A diferencia de los eclipses solares totales naturales que ocurren cada 18 meses y duran un lapso de menos de 7 minutos, este eclipse artificial permitirá estudiar la corona del Sol sin las limitaciones del clima o la duración limitada del fenómeno.
Lamentablemente, el eclipse creado por Proba-3 no será visible desde la Tierra. Sin embargo, su importancia es fundamental para entender el comportamiento del Sol y responder a preguntas científicas sobre nuestra estrella.
El próximo eclipse solar total visible desde la Tierra tendrá lugar el 12 de agosto de 2026 y podrá ser visto desde algunos lugares como Rusia, Groenlandia, España, Islandia y Portugal.
Además del eclipse solar artificial, este año podremos disfrutar de algunos eclipses solares y lunares. Estos ocurrirán en las siguientes fechas:
