Sigue escalando el conflicto entre Argentina y Venezuela por la situación de Nahuel Gallo, el gendarme detenido por las fuerzas de Nicolás Maduro el pasado 8 de diciembre en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en Ureña.
En concreto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos advirtió que los derechos del efectivo "enfrentan un riesgo de daño irreparable" ya que "se encuentra en una situación de gravedad y urgencia".
Esto se produce un día después de que el Gobierno de Venezuela difundiera las primeras fotos del gendarme, donde se lo ve caminando por un patio con gradas, vestido con un conjunto celeste y en aparente estado de salud, sin mayores detalles sobre donde fueron tomadas las imágenes.
Bajo este contexto, el organismo solicitó al presidente venezolano que adopte "medidas necesarias" para proteger al gendarme: entre ellas, exigieron información sobre la detención de Gallo y que lo dejen hablar con su familia.
La Comisión le exigió a Venezuela que adopte medidas inmediatas para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Gallo. Entre las acciones solicitadas, se incluye:
Por su parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un duro comunicado exigiendo la liberación inmediata de Nahuel Gallo y calificando su detención como un "crimen de lesa humanidad".
"La detención arbitraria de Gallo es una clara violación de normas internacionales y de los principios fundamentales de humanidad y justicia que todos los Estados deben respetar", señaló el organismo.
Puntualmente, la OEA consideró que el episodio es una "violación directa de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares", siendo así una "prueba más de la violación sistemática de los derechos humanos fundamentales por parte del régimen venezolano".
Finalmente, exigieron que "el régimen de Venezuela cumpla con los tratados y acuerdos internacionales sobre derechos humanos y relaciones internacionales" para liberar "inmediatamente a Nahuel Gallo".