En vísperas de fin de año, el gobernador de Neuquén decidió una reestructuración clave en su gabinete: desplazó a Rubén Echeverry como ministro de Infraestructura y lo designó como ministro de Planificación de Neuquén. Con este cambio crece la incertidumbre sobre quién tendrá la cartera que maneja la obra pública de Vaca Muerta.
Tal como informó el propio Rolando Figueroa el viernes pasado, hoy Echeverry juró en el nuevo cargo. Además se preveía la partida de Infraestructura de varios funcionarios que le respondían. La cartera pasa a manos temporales del titular de Economía, Guillermo Koenig.
La asunción de Echeverry se llevó a cabo a las 11 de la mañana en el Salón de Acuerdos de Casa de Gobierno y allí también juraron las segundas y terceras líneas que le respondían en Infraestructura. Si bien entre estas tareas asignadas a Etcheverry está la jerarquización de obras prioritarias, también se le sacó la potestad de asignar recursos a las mismas.
Es decir, perderá el manejo del presupuesto de un billón de pesos que está previsto volcar el año en 2025 a obra pública.
Toda la suma de dinero quedará volcada en Koening. Desde la gobernación indicaron a El Cronista que todavía no saben si Infraestructura será absorbido por Economía o se designará con el tiempo un nuevo titular.
Dicha movida fue revelada cuando Figueroa presentó su balance de gestión el viernes pasado y terminó con las especulaciones sobre el área. La justificación fue simple y efectiva: "Rubén cuenta con la experiencia y la visión necesarias para liderar este ministerio en un momento crucial para Neuquén"
"Estoy seguro de que su aporte será fundamental para seguir construyendo una provincia con más oportunidades para todos", afirmó. En este sentido, también aseguró que Echeverry sabe trabajar "en equipo" y generar valor agregado.
La nueva función de Etcheverry fue justificada con la necesidad de tener "una planificación mucho más dinámica en un mundo cambiante, con un gran atraso, con un déficit de muchísimo para hacer". Asimismo tendrán que "jerarquizar el rol y la labor técnica que ha tenido el histórico Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo, Copade".
Etcheverry había asegurado en octubre que "hace falta invertir u$s 1000 millones para tener una infraestructura adecuada" en Vaca Muerta. En ese momento había dicho que la cifra que se necesita equivale al 1% de los u$s 100.000 millones que las petroleras podrían llegar a desembolsar en la formación durante los próximos 10 años.
"Son inversiones que se recuperan con el ahorro, con la garantía del suministro y en todos los casos generan un gran impacto ambiental positivo", sostuvo en la apertura del Supplier Day organizado por EconoJournal.
Etcheverry tiene una trayectoria en esferas públicas y privadas ligadas al ámbito energético. En los años 90 se desempeñó en el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) y presidió la estratégica Gas y Petróleo (GyP), la empresa de hidrocarburos estatal neuquina que opera en Vaca Muerta.
El flamante ministro de Infraestructura comenzó su actividad en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), espacio que sostuvo el poder por 60 años hasta la llegada de Figueroa.
Es un ingeniero hidráulico, en construcción y civil, graduado de la Universidad de La Plata. Se especializó en España, Italia, Israel y Japón. Mientras fluctuaba entre la función pública y la actividad política, estuvo becado por la embajada de Estados Unidos.