La reducción en las expectativas de bajas de tasas de interés de la Fed para 2025 provocó un rally en las tasas de los bonos del tesoro norteamericano y en el dólar index.
Las acciones operan ahora con una mayor volatilidad, aunque se encaminan a cerrar el año con fuertes ganancias.
Por ahora los bonos argentinos esquivan el escenario de mayor tensión, y los analistas siguen viendo valor en la renta fija local.
El mercado norteamericano se encamina a finalizar el 2024 con grandes ganancias en acciones y con los papeles en máximos históricos.
Sin embargo, también se observa un aumento en la volatilidad en Wall Street, junto con una fuerte suba en las tasas de interés de EE.UU. y una disparada del dólar index.
Los cambios en las perspectivas en el futuro de la política monetaria en EE.UU. reflejan cierta tensión en el mercado, representando un riesgo para los mercados emergentes en general y para la Argentina en particular.
La Reserva Federal de EEUU recortó la tasa en 25 puntos básicos, tal como se esperaba tras su última reunión. De esta manera, en el 2024 recortó un total de 100 puntos básicos la tasa.
Sin embargo, en la última reunión, la Fed no solo recortó la tasa, sino que publicó sus proyecciones económicas para el mediano plazo.
La Fed ahora espera menos desempleo, más crecimiento y más inflación respecto de lo que esperaba en su última proyección publicada en febrero.
Esto hizo que también la Fed ajuste el ritmo de recortes de tasas esperado para 2025, bajando de 100 puntos básicos a solamente 50 puntos básicos para todo el año que viene.
Ese ajuste de expectativas de menores recortes de tasa hizo que el mercado encuentre en la Fed un banco central más contractivo (hawkish), disparando la volatilidad en Wall Street.
De esta manera, el índice de volatilidad VIX subió hasta los 25 puntos, siendo su valor más alto desde agosto, a la vez que también subieron las tasas de los bonos del tesoro de EEUU y el dólar index, los cuales operan en su máximo valor desde comienzo de año.
Los últimos datos de inflación mejor de lo esperado publicados el viernes pasado permitieron que devolviera cierto optimismo en el mercado y las acciones volvieron a subir, y se vio una moderación en la volatilidad.
Nery Persichini, head de estrategia de GMA Capital, explicó que a lectura del mercado es que el mensaje del presidente de la Fed fue tajante en cuanto a que la entidad se concentrará en el objetivo de la inflación y ya no va a salvar a los inversores.
"Esta renovada postura más hawkish hay que entenderla también en código político. A Powell le quedan 17 meses de mandato y prioriza su legado porque no goza de la aprobación de Donald Trump, quien asume la presidencia de EE.UU. el mes que viene", dijo.
En ese sentido, Para Persichini, sin el "Fed put" (una política monetaria complaciente que soporte las valuaciones), la respuesta de los activos financieros no se hizo esperar.
"La tasa de EE.UU. a 10 años reaccionó rápidamente al alza. Opera en torno a 4,5%, casi 30 puntos básicos arriba desde principios de mes. En línea, el S&P 500, que había coqueteado con los 6100 puntos durante todo diciembre, se hundió casi 3% desde la conferencia de Powell hacia los 5900 puntos. La volatilidad, medida por el VIX, se disparó a niveles no vistos desde el shock japonés por cierre de carry trade de agosto pasado", indicó.
Pese al aumento en la volatilidad en el mercado, esto no quita que el mercado americano se encamina a cerrar un gran año en las acciones.
El Nasdaq sube 27% este año, mientras que el S&P500 sube 26%. Por su parte, el Dow Jones gana un 13% en 2024.
Los analistas de Balanz indicaron que hoy el mercado global opera bajo la apuesta de un aterrizaje suave, lo cual permitió fuertes ganancias en los activos financieros en 2024.
"La consolidación de las apuestas de aterrizaje suave en EEUU junto con las ganancias derivadas de la inteligencia artificial (y el optimismo por la misma), llevaron a que las acciones de crecimiento de EE.UU. y tecnológicas se ubicaran en el podio de los retornos en 2024", sostuvieron.
Por otro lado, afirmaron que hacia adelante, la clave será el inicio de la nueva presidencia de Trump, junto con el futuro de la política monetaria en EEUU.
"La elección de Donald Trump fogueó los animals spirits, pero todavía queda por verse cuan disruptiva pueda ser su agenda. De corto plazo, la atención estará en su asunción el 20 de enero y los primeros anuncios que vaya a hacer. Los inversores estarán muy atentos a las políticas de tarifas y a la dirección que vaya a tomar el déficit fiscal", dijeron.
Además, agregaron que la "Reserva Federal tomó la delantera esta semana, en anticipación a lo que podrían ser las políticas del presidente electo, y reajustó de manera significativa sus proyecciones de inflación al alza en 2025 y consecuentemente estima menos recortes en la tasa de política monetaria de lo que lo hacía en septiembre".
El dólar Index sube 8% desde los pisos de septiembre, a la vez que las tasas de los bonos del tesoro americano también se dispararon.
Todo ello se da bajo la expectativa de una Fed menos laxa.
Si los rendimientos de los bonos del tesoro americano se disparan, ello implica que el precio de dichos títulos opera a la baja.
Por lo tanto, ante una caída en el precio de la renta fija de EEUU, se traduce en un aumento en la volatilidad en el mercado de renta fija global, representando un riesgo para los bonos de emergentes, incluidos los de la Argentina.
En paralelo, si el dólar en el mundo suba, esto tiende a generar presión sobre las materias primas, siendo un factor amenazante para los emergentes.
En cuanto al impacto local, Persichini señaló que el ruido en otras latitudes también se hizo sentir en Argentina, con un aumento en la volatilidad cambiaria local.
"El ´contado con liqui se recalentó y escaló cerca de un 10% en la semana. Así, se operó en torno a $ 1150, marcando una brecha del 12% contra el tipo de cambio oficial. De esta manera, el spread entre el dólar financiero y el oficial volvió a niveles de principios de noviembre. Si bien sigue sin representar un nivel elevado, como el de 55% visto en julio, lo llamativo probablemente haya sido la velocidad con que se dio tal suba", remarcó
Además, alertó que el hecho de que el mercado espere tasas internacionales más elevadas es sinónimo de fortaleza internacional del dólar (DXY) y de debilidad de los commodities.
"El dólar index tocó marcó un máximo anual el miércoles, y los precios de los granos lo padecieron. Esto añade más incertidumbre a nuestra región. El precio de la soja cayó a mínimos de cuatro años tocando los u$s 349 por tonelada, al igual que el Trigo que tocó mínimos de 2021, mientras que el maíz describió un movimiento similar", puntualizó.
En cuanto al impacto local, Perscihini explicó que esto perjudica la competitividad medida a través del principal producto de exportación de Argentina.
"Nuestra estimación del tipo de cambio real efectivo de la soja se ubicó en $250.000 por tonelada, un valor que es 11% inferior al promedio de la convertibilidad. Para evitar esta erosión, es clave que el Gobierno acelere su agenda de reformas microeconómicas para promover mejoras en la competitividad sistémica", comentó.
Finalmente, indicó que "si bien el viento internacional viene de frente en las últimas semanas (y con un riesgo país de 670 puntos o menos la exposición irá "in crescendo"), la relación política de Javier Milei con Donald Trump podría a corto plazo ser beneficiosa para los activos argentinos, en especial si se logra alcanzar un acuerdo con el FMI".
Por ahora, y a pesar del aumento en la volatilidad en el mercado de renta fija global, la deuda argentina ha hecho caso omiso a dicho estrés y mantiene su tendencia al alza.
Los bonos argentinos se encaminan a cerrar el año en máximos y con abultados retornos de entre 75% y 100% en 2024.
Gracias a la fuerte ganancia de los bonos, las paridad se ha recuperado desde valores de profundo estrés financiero. Mientras que el AL30 llegó a operar por debajo del 20% de paridad en 2022, actualmente ha superado el 75%.
El mercado tiene ahora una mayor confianza sobre la capacidad de pago de los compromisos de deuda de la Argentina y por ello, los precios de los bonos son más altos, y la tasa de los mismos son más bajos.
Los analistas de Facimex Valores ven potencial alcista en los bonos soberanos por su gran valor respecto de los comparables, aunque también alertan que la compresión desde estas instancias será más gradual.
"En una semana muy desafiante a nivel global, el riesgo país alcanzó mínimos desde febrero de 2019 dando una señal muy contundente de la fortaleza que está teniendo el rally argentino. Ya está instalado debajo de 675pbs y se va consolidando nuestra expectativa de que alcance los 550pbs durante el primer semestre del año, permitiendo que Argentina pueda volver al mercado para refinanciar los vencimientos de capital de julio", indicaron.
En este marco, desde la compañía priorizan el GD41 y GD35 por su convexidad, que los vuelve más atractivos en escenarios alcistas; a la vez que cuentan con la ventaja de tener una mayor protección a la baja por ser los instrumentos con menor paridad de la curva.
Según sus cálculos, el potencial alcista en el GD35 y GD41 es del 13% y 14% respectivamente si Argentina converge a la mediana de los créditos "B" y 33% si converge a la mediana de los créditos "BB".
Hacia adelante, desde Research Mariva se mantienen optimistas con los bonos aunque también indican que el potencial alcista luce más reducido que antes, dado el reciente rally de la deuda.
"Todavía vemos potencial alcista en la deuda, ante un escenario en el que la curva soberana logre normalizarse, alcanzando niveles de calificación crediticia CCC+ o B-. Sin embargo, dado el último rally de los bonos soberanos, este les da menos margen de compresión", indicaron.
Bajo este panorama, desde Research Mariva siguen considerando que el GD35 es el bono más atractivo.