Luego de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará en 2,4% en noviembre, el Gobierno quiere que continúe la desaceleración sobre todo en los productos de la canasta básica donde lo percibe toda clase de consumidor. Y para inducirlo bajo la presión impositiva sobre ciertas importaciones.
Por medio de la Resolución General 5623/2024, que se publicó en la madrugada de este lunes en el Boletín Oficial, el flamante director ejecutivo, Juan Pazo tomó la decisión de extender una medida hasta fines del año que viene.
"Que mediante la Resolución General N° 5.490 y su modificatoria, se exceptuó de los citados regímenes de percepción del Impuesto al Valor Agregado y del impuesto a las Ganancias, por el plazo de ciento veinte días corridos, a las operaciones de importación de determinados bienes de primera necesidad", destacaron en el considerando.
Y agregaron: "Que, como continuidad de la política económica dispuesta por la Administración Nacional, se estima conveniente extender nuevamente el plazo de vigencia de los mencionados beneficios". Así, el hombre que responde al ministro de Economía, Luis Caputo fijo la nueva fecha en el 31 de diciembre de 2025.
Entre los productos incluidos se encuentran carnes, lácteos, verduras, frutas, cereales, grasas y aceites, pastas, salsas, panificados, enlatados, insumos alimenticios, cervezas, bebidas sin alcohol, algodones e hisopos, desodorantes, máquinas y espumas de afeitar, insecticidas de uso personal, jabón de tocador, pañales descartables, papel higiénico, pasta dental, productos de limpieza y medicamentos, entre otros.
La decisión se da luego de que en noviembre el rubro "Alimentos y bebidas no alcohólicas" tuvo la menor variación (0,9%). Por debajo que de la que presentó la Canasta Básica Total (CBT) y Alimentaria (CBA) (1,5% y 1,1%) que quedaron para un adulto en $ 324.099 y $ 142.149 respectivamente.
En los primeros 11 meses de gestión de Javier Milei, la CBT aumentó un 102,0% (pasó de $ 193.147 en enero a $ 324.099 en noviembre) y la CBA un 82,5% (pasó de $ 92.415 a $142.149) ambos porcentajes por debajo del acumulado del IPC (112%).
La estrategia del equipo económico para el año que viene es replicar la del 2024: inducir la baja de precios en el mercado local de los productos básicos por medio de la competencia con las importaciones a quienes favorece con una menor carga impositiva.
Pero en 2025, a la excepción del pago de percepciones de IVA y Ganancias, se sumará con otra: la eliminación del impuesto PAIS, que dejó de estar en vigencia desde el pasado 22 de diciembre por ley y el compromiso del Gobierno de no renovarlo.
Una situación que es denunciada en la Unión Industrial Argentina (UIA) quienes le exigen al Gobierno que les nivele la cancha para poder competir y aún se encuentran a la espera una reunión con el ministro de Economía, Caputo.
Aún resta por verse cómo el Gobierno compensará los ingresos que perderá por el impuesto PAIS (1,1% del Producto Bruto Interno (PBI) según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (AIRAF)), pero sobre todo en qué sector de la economía recaerá dadas las intenciones de hacerlo que se plasmaron en el proyecto de presupuesto 2025.