En Argentina, la Patagonia ofrece múltiples opciones para una escapada, pero algunas historias destacan por su carácter misterioso. Uno de esos lugares es el pequeño pueblo fantasma de Taquimilán, un destino donde se entrelazan mitos y leyendas urbanas sobre actividad paranormal.
Al norte de Neuquén, este pueblo abandonado ha sido escenario de relatos fascinantes sobre apariciones y desapariciones inexplicables que cautivan a quienes se atreven a explorar sus restos.
Los habitantes que aún permanecen en la zona aseguran que, al caer la tarde, se pueden ver figuras en el horizonte. ¿Qué secretos ocultan sus calles desiertas?
El pueblo fantasma de Taquimilán es conocido por sus sorprendentes relatos sobre actividad paranormal. Según los testimonios de algunos de los pocos habitantes que aún viven cerca del lugar, el pueblo parece tener un lado oculto.
Durante los meses más fríos del año se cuentan historias de casas que aparecen y desaparecen. Estas construcciones parecen surgir de la nada, solo para desvanecerse al poco tiempo.
Se dice que estas estructuras fantasmales corresponden a las viviendas de las antiguas familias que habitaron el lugar antes de que la tragedia en las minas de carbón transformara la localidad en un pueblo deshabitado.
Los relatos aseguran que las estructuras que aparecen tienen características particulares, entre las cuales se incluyen:
Estos fenómenos paranormales han sido grabados en videos, como el realizado por la neuquina Jorgelina del Carmen Salazar, quien captó en su cámara la aparición de estas figuras en el terreno desolado.
Su testimonio ha sido compartido en diversas plataformas, aumentando el misterio que rodea al pueblo.
La historia detrás de las desapariciones de las casas en Taquimilán se remonta a una época de gran tragedia. Los relatos locales mencionan que, antes de la catástrofe en las minas de carbón que acabó con la vida de muchas personas, el pueblo era una comunidad próspera.
Sin embargo, luego del accidente, las casas comenzaron a desaparecer misteriosamente, y con ellas, también se desvaneció la vida en el pueblo.
Hoy, quienes visitan el lugar aseguran que las construcciones fantasmas son una manifestación de aquellos tiempos oscuros que la comunidad no ha podido olvidar.
Lo que hoy queda de Taquimilán es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más misteriosos de la región, atrapando a quienes se atreven a acercarse en busca de respuestas sobre los misterios paranormales que rodean sus ruinas.
Para llegar al pueblo fantasma de Taquimilán desde Neuquén Capital, se debe recorrer aproximadamente 250 kilómetros en unas 4 horas.
El trayecto se realiza principalmente por la Ruta Nacional 22 hasta Zapala, luego se toma la Ruta Provincial 13 y, finalmente, se siguen caminos secundarios hasta llegar a la zona del pueblo abandonado.
Es recomendable utilizar un vehículo adecuado, ya que algunos tramos pueden estar en mal estado, especialmente en épocas de lluvia.