El Banco Central de la República Argentina (BCRA) extendió la fecha en la que insta a los bancos a cambiar los dólares cara chica o los dañados. Esta medida posibilita a las distintas entidades enviarlo al ente central que se ocupará de enviarlos a Estados Unidos.
Pese a que la medida fue promulgada por el organismo financiero central de Argentina en la Comunicación A 8079, solo algunos bancos adhirieron a la medida y los usuarios denunciaron que no todas las sucursales reciben los ejemplares más antiguos de la divisa estadounidense.
El Banco Central anunció que el plazo para cambiar los billetes dañados o las versiones más antiguas (emitidas en la década de 1990) será hasta el 31 de marzo de 2025, aunque la decisión estará a cargo de cada banco.
Este mecanismo fue ideado en agosto y estaba planeado para todo el 2024, pero el Gobierno decidió extenderlo tanto para usuarios como para las entidades bancarias, en el marco del blanqueo de capitales que se impulsó este año.
Por otra parte, el organismo financiero central será el encargado de enviar los ejemplares viejos a Estados Unidos, donde la Reserva Federal norteamericana (FED) los destruirá.
Hasta la creación de este mecanismo, el BCRA sólo se encargaba de proveerles dólares a los bancos, pero no recibía divisas. Por eso, este nuevo servicio de depósitos era brindado por entes internacionales que cobraban por el servicio.
Con la nueva medida, los ahorristas pueden depositar sus dólares dañados o anticuados por caja o ventanilla en los bancos que adhieran al mecanismo. Más tarde, la entidad monetaria va a recibir las divisas y las enviará a Estados Unidos para su destrucción. Al mismo tiempo, el usuario que realizó la operación recibirá una serie nueva de dólares por el mismo valor nominal.
Según la normativa vigente, la iniciativa del Banco Central permite reemplazar los dólares dañados o de ediciones viejas por los ejemplares más nuevos de la divisa norteamericana.
De todas formas, no todos los billetes se toman, ya que existen algunos que califican como "mutilados" y no pueden formar parte de los depósitos.
En este sentido, el BCRA dispuso que "todos los billetes que componen un depósito deben presentar una superficie superior al 50 por ciento del papel para recibir el crédito", done debe ser posible identificar "la denominación y las medidas de seguridad".
Además, la resolución estableció que "el billete no apto es aquel que no está en condiciones para continuar circulando debido a sus características físicas (rasgados, sucios, flojos, gastados o desfigurados) y deberá incluirse en los depósitos regulares".