Mientras algunas casas de estudios han abierto sus puertas al escrutinio de cuentas impulsado por el Gobierno de Javier Milei a través de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el Congreso avanzó en la comisión Bicameral Revisora de Cuentas para que sea la Auditoría General de la Nación (AGN) quien lleve adelante esa tarea, acorde al pedido formulado por algunos rectores, como el de la UBA.
El encuentro de la comisión parlamentaria que, entre otros puntos, tiene la función de dirigir el accionar de la AGN, fue prácticamente una novedad ya que la última vez que ese cuerpo sesionó había sido en julio de 2022. De aprobarse el plan presentado hoy, además del análisis de la Educación Superior, en 2025 se indagarán otros temas como la compra de equipamiento en Defensa y Seguridad, la política alimentaria del ministerio de Capital Humano, la gestión de las reservas de oro del Banco Central.
El diputado Miguel Pichetto, quien en las últimas horas se reunió con las autoridades de la UBA, dijo que será una misión "indelegable" de la AGN revisar a esa Casa de Altos Estudios y pidió la conformación de un equipo especial "con los mejores cuadros" para comenzar el trabajo el 1 de febrero de 2025 y tener resultados en seis o siete meses.
Del encuentro también participaron los integrantes de la Auditoría y fue el presidente de esa entidad, Juan Manuel Olmos, quién detalló el Plan de acción que proponen para el trabajo del próximo año.
"Hay que hacer un señalamiento sobre el tema universidades. Hay una confusión de conceptos: una cosa es el control externo y no hay ninguna duda que el control externo lo hace la AGN, pero lo que se está hablando es de controles internos del Poder Ejecutivo a través de la SIGEN. Nosotros no vamos a entrar en esa polémica", adelantó Olmos, quien conduce al cuerpo de auditores en representación de la primera bancada opositora, Unión por la Patria.
En ese sentido, agregó que la propuesta elevada a la comisión mixta incluye trabajar en 12 universidades nacionales: "Dentro de esas 12, está la Facultad de Medicina de la UBA porque es la más importante, la más grande en recursos, en alumnos y es la más grande del país, junto a las facultades de Ciencias Económicas y Derecho".
Después de semanas en la agenda pública, ese tema fue el más abordado por los diputados y senadores presentes, casi un leitmotiv para el encuentro. El senador Flavio Fama (UCR), que fue en el pasado rector en Catamarca, dijo, por ejemplo que es "mentira que no existan controles" en las Casas de Altos Estudios y se mostró a favor que se comience por la UBA.
En el mismo sentido, Juliana Di Tullio (UP) destacó que hay que desterrar la idea de que las universidades no desean ser auditadas: "Es central que la opinión pública sepa que fueron auditadas durante tres años y que serán incluidas el año que viene".
El Plan de Trabajo podría ser aprobado el martes de la semana que viene y se incluye la posibilidad de que la revisión recaiga también sobre la Subsecretaría de Políticas Universitarias, "para analizar la discrecionalidad y cómo se están administrando los fondos", adelantó Olmos.
Un día antes, Pichetto se había reunido con el rector de la UBA quién le solicitó una "auditoría especial e integral" a través de la AGN.
Por su parte, desde la UBA señalaron que tanto Gelpi como el vicerrector Emiliano Yacobitti le solicitaron a Pichetto que incluya a la Universidad en las auditorías del 2025. Esa entidad no resiste las auditorías, sino la que busca hacer el Ejecutivo a través de la SIGEN.
La Casa Rosada, después de haber disparado fuego graneado contra los gastos de las instituciones de Educación Superior, ya avanzó con el comienzo de las auditorías de la SIGEN en la Universidad de La Matanza, enclavada en el corazón del conurbano pero menos combativa que otras de esa región.
Además, algunos dirigentes partidarios de La Libertad Avanza quisieron proponer que se eliminen las PASO y los fondos de financiamiento partidario para distribuirlos a las universidades nacionales, una especie de quid pro quo cuya sanción no es segura.
Si bien una parte importante de la opinión pública está en contra de las Primarias, no todos los sectores políticos verían con buenos ojos esa iniciativa en medio del debate por el presupuesto nacional, en especial, los gobernadores que suelen usar esa elección como una gran encuesta abierta para medir su poder de negociación política.