¿Trump o Kamala? En vísperas del Día E (Election Day), la balanza parece inclinarse hacia el candidato republicano. Con todo, ya es un logro para la candidata demócrata llegar al final de la competencia con el panorama de un desenlace incierto frente a lo que casi seguro hubiera sido un triste y solitario final para el actual presidente Joe Biden de haberse resistido ante lo inevitable.
El promedio de encuestas sobre el voto popular marca un 0,3% a favor de Trump en el sitio Real Clear Politics, que monitorea un amplio abanico de encuestas nacionales y estatales. A esta altura de la competencia, hace cuatro años, Biden aventajaba a Trump por 7,9% de los votos y Hillary lo hacía por 1,6% en 2016.
La definición pareja suele ser la regla en las previas electorales en el Norte, salvo en determinadas pulseadas. Otra vez, como sucedió en otras elecciones en EE.UU., el resultado se definirá geográficamente en un puñado de estado pendulares, que en una elección favorecen a los republicanos y en la otra a los demócratas. Y en términos demográficos, el foco se vuelve a posa sobre dos grupos determinantes: los latinos y las mujeres.
Un informe de la consultora MetHodo traza una radiografía de la comunidad latina hoy en los Estados Unidos, donde representan el 19% de la población estadounidense y genera alrededor de u$s 2,8 billones anuales, una cifra comparable con economías de países como Reino Unido o la India. En los últimos comicios de 2020, constituyó el 10,5% del total de los votos emitidos, el segundo voto más influyente después del voto blanco.
Este año promete ser gravitante en al menos dos de los siete estados en pugna: Nevada (6) y Arizona (11). Si se suman los de Florida (30), un distrito que se ha vuelto pendular en los últimos tiempos pero aún no está del todo definido en este proceso, concentran 47 votos para el Colegio Electoral en una elección que se define de manera indirecta y no por el voto popular por el candidato que reúna 270 sobre 538 puntos en disputa.
La comunidad latina en Estados Unidos hoy no escapa al sentimiento de descontento generalizado que prima en este proceso electoral. De hecho, dice MetHodo, la mayoría de los votantes latinos desaprueban tanto al partido Demócrata como al Republicano, con un 55% mostrando descontento hacia ambos. En ese contexto, la marcha de la economía asoma como el tema más urgente, principalmente a raíz de la inflación, problemas de empleo, acceso a la vivienda y el costo de salud.
"La comunidad latina ocupa mayormente empleos ‘blue collar' (industriales) y enfrenta salarios bajos, inestabilidad laboral y falta de beneficios, lo que afecta su bienestar económico y los motiva a votar por propuestas que aborden estas preocupaciones", sostienen los analistas de la consultora.
Y si bien el trueque de Harris por Biden despertó cierta simpatía en sectores progresistas y jóvenes latinos, persiste en ellos el escepticismo por las promesas incumplidas de la actual administración en capítulos como la reforma migratoria, bajo la órbita de la Vicepresidenta.
Desde la campaña de Trump, el eje cruza la economía, la seguridad y el endurecimiento de leyes migratorias Contrariamente a lo que se puede pensar, el discurso punitivista en materia de políticas migratorias alcanza y cautiva incluso a un número importante de migrantes latinos que apoyan medidas más estrictas frente a los ingresos irregulares.
Desde que tomó la posta en la carrera presidencial, Kamala Harris buscó perfilar la disputa con Trump en términos de género marcando una agenda con fuerte énfasis en las políticas inclusivas en salud, justicia social y cambio climático, apelando a la clase trabajadora y las mujeres jóvenes. Según un relevamiento de France 24, invirtió casi 20 veces más que su rival republicanos en anuncios centrados en los derechos de las mujeres, a razón de u$s 213 contra los u$s 11 dedicados por Trump.
Lo que se dirime en esta elección no es solamente el próximo Presidente o Presidenta y las políticas que impulsan de la mano de un nuevo Legislativo -Harris promete, por caso, un programa nacional de licencias médicas y familiares remuneradas y reforzar la lucha contra la violencia de género-, sino que también son varios los estados que definen en consultas paralelas cambios para endurecer o no su legislación contra el aborto tras la anulación de un fallo histórico de la Corte Suprema que lo legalizaba (Roe vs Wade) a partir de la nueva composición del tribunal que se forjó en la gestión 2017-2021 de Trump.
Ahora el republicano asegura que vetaría cualquier tipo de prohibición federal. Así y todo, bajo el paraguas legal del máximo tribunal, ya son 14 los estados con prohibiciones casi absolutas y otros cuatro presentan un límite a la sexta semana de gestación.
De hecho, el tema aparece en las papeletas de diez estados: Nebraska somete a consulta el derecho al aborto hasta la viabilidad del feto o una prohibición de 12 semanas; Nevada y Arizona proponen el límite en las 24 semanas y en Dakota del Sur, en los primeros tres meses. En contrapartida, Nueva York somete a votación una enmienda que busca blindar el acceso al aborto como parte de los derechos reproductivos.
El tema no es menor si se considera que el 60% de las personas consultadas por el Pew Research Center considera que el derecho al aborto debe ser legal en todos o en la mayoría de los casos. Y acorde a KFF, organización especializada en datos sobre salud, uno de cada ocho votará en Estados Unidos en base a su posición sobre el aborto. Cruzados estos datos por el clivaje de preferencia partidaria, representan el 26% de las votantes afroamericanas y el 22% de las mujeres demócratas así como una de cada cinco mujeres en estados donde está prohibido abortar.
En 2016, el respaldo de las mujeres de clase media fue sustancial para explicar la victoria de Trump en algunos estados, lo que determinó su triunfo en el Colegio Electoral pese a haber perdido el voto popular. En 2020, favorecieron a Biden. Nuevamente, este grupo asoma como clave incluso cuando se lo observa desde las motivaciones económicas y no meramente en clave de género.
"La inflación, incluido el aumento del costo de los gastos del hogar, sigue siendo el tema más importante para las mujeres votantes en general, y más de un tercio (36%) lo cita como el tema 'más relevante' en su voto para presidente", indicaron desde KFF.