El nivel de consumo de los argentinos viene mostrando una caída preocupante hace ya algunos meses pero los últimos datos muestran cifras que están por encima de la media que se había establecido. Según los últimos datos de la consultora Scentia que se conocieron la semana pasada, por ejemplo, el septiembre el derrumbe fue de nada menos que del 22,3%, un pico muy alto.
De cara a lo que viene la expectativa no es la mejor. Ni los especialistas ni la propia industria están pensando hoy en que algo diferente se pueda llegar a ver de aquí a fin de año. Incluso, entienden que 2024 cerrará con una caída del consumo que se moverá entre el 12% y el 15%, algo que, desde ya, también se hará sentir en la actividad.
Hasta septiembre, la pérdida fue de 11,9%. Sin embargo, se estima que el anualizado se posicionará no muy lejos de 15% en octubre y noviembre.
Si bien es cierto que esta baja notoria tiene que ver con que se toma como base de comparación meses de bolsillos más voluminosos producto del "plan platita" que había determinado el Gobierno hacia fines de 2023, lo cierto es que la reducción -aunque menos seria- también se hubiera registrado sin ese dinero extra circulando entre los consumidores.
Osvaldo del Río, director de Scentia, resalta que lo que preocupante es que esa baja también se hubiera dado si el "plan platita" no hubiera entrado en vigencia, posiblemente de la mitad de lo que se ve hoy. "En ese caso podríamos hablar de una pérdida de 10%-11%, pero estamos hablando de que hoy se está duplicando esa cifra, lo que hace la situación más delicada", sostuvo Del Río a El Cronista.
Entre agosto y noviembre del año pasado, por ejemplo, y con el anabólico oficial, el consumo a un ritmo que se movía entre un 10% y un 15% mensual, también impulsado por el nivel de stockeo que se daba en aquel entonces ante la incertidumbre de precios que generaba la escalada inflacionaria.
Una de las claves centrales de todo esto es, sin dudas, el golpe que vienen recibiendo los salarios, que es cierto que muestran algún signo de reactivación -algo demasiado dispar dependiendo del segmento que se analice-, aunque todavía quedan por debajo de la inflación.
Un estudio del Observatorio Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina, muestra que el poder adquisitivo volvió a perder, en este caso un 12% en el segundo trimestre del año contra igual período de 2023. El año pasado -siempre teniendo en cuenta las diferentes realidades- la inflación le sacó casi 10 puntos al poder adquisitivo.
En un año, la capacidad de compra del ingreso medio real de la ocupación principal disminuyó un 11,6% y la mediana un 18,6%.
Lo que vendrá en 2025 todavía no está claro aunque desde la industria en general de toman de algunas variables positivas. "Tiene que ser bueno porque sería complicado que, después de un año complejo como éste, no podamos ver una levantada", apuntan los industriales.
En este sentido, por ejemplo, marcan el último relevamiento del Indec en cuanto a la utilización de la capacidad instalada. Allí se observa que en agosto pasado se alcanzó al 61,3% -la marca más alta en la era Milei-, una mejora si se lo mide contra el 59,7% de julio, aunque el dato no es tan positivo si la comparación se hace tomando el mismo mes del año pasado, cuando se alcanzó el 67,9%.
Según lo previsto por las consultoras, este año la inflación alcanzaría un 123%, mientras que no se espera que los salarios en general alcancen esa cifra.
En cuanto a la recuperación del nivel de consumo, las empresas entienden que en 2025 no habrá que esperar un crecimiento abrupto, aunque sí entienden que se deberían ver algunas pequeñas mejoras en ciertos meses, mientras se mantenga determinado contexto macro.
