A fines de esta semana, el presidente Javier Milei asistirá a la reunión del G20 que se realizará los próximos 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, donde finalmente se encontrará con su par brasileño, Lula Da Silva.
Se trataría del primer encuentro entre ambos mandatarios tras meses de tensión por sus diferencias ideológicas, sin embargo, luego de que Brasil se hiciera cargo de la Embajada argentina en Venezuela tras los comicios fraudulentos que dieron como ganador a Nicolás Maduro, el vínculo se profundizó.
En el pasado, Milei incluso llegó a llamar a Lula "comunista y corrupto" y, aunque viajó a Brasil meses atrás, únicamente lo hizo para participar de una cumbre ultraconservadora junto al expresidente Jair Bolsonaro.
La tensión escaló a su pico a mediados de julio, cuando Brasil llamó a consulta a su embajador en la Argentina, Julio Bitelli, lo que suele indicar tensiones diplomáticas entre dos naciones.
Sin embargo, a inicios de agosto, cuando la Venezuela de Maduro expulsó a los diplomáticos argentinos del país y rompió relaciones con el Gobierno de Milei, Brasil se hizo cargo de la Embajada juntos a los seis opositores asilados en su interior, lo que renovó el vínculo entre ambas naciones.
Ahora, según fuentes oficiales, Da Silva espera anunciar la firma del demorado acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, pacto que el embajador argentino en Brasil, Daniel Raimondi, calificó como "muy avanzado" en su cumbre con la delegación nacional.
Sin embargo, el diplomático no descartó la posibilidad de que la firma se dé, finalmente, en la cumbre de países del Mercosur, prevista para diciembre, en Montevideo.
Una vez más, el G20 estará atravesado por la continuidad de conflictos bélicos internacionales como los de Medio Oriente y la guerra entre Rusia y Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ya confirmó que no estará en Río de Janeiro, aunque sí dirá presente el jefe de Estado chino, Xi Jinping.