Mientras el consumo sigue pisado, otros indicadores dan cuenta de la profundidad de la caída y de los efectos laterales. La baja en la recolección de basura y de la actividad de reciclado abonan a la caída de las compras y al aumento de las importaciones, sobre todo en los insumos.
Según la CAME, las ventas minoristas pymes cayeron 5,2% interanual en septiembre y acumulan una baja del 15% en lo que va del año. En comparación con agosto, cayeron 0,5%.
Las ventas en supermercados reflejaron una baja del 12,3% interanual en julio y del 0,1% en el mes, mientras que en los primeros siete meses del año suman una contracción del 11,7%. Algo similar se observa en el segmento mayorista, que tuvo en el mismo mes una caída interanual del 17,1% y del 1% mensual, con una baja acumulada del 13,3%.
Otros indicadores abonan a este desplome. En marzo, el secretario general de la CGT y secretario de Camioneros, Pablo Moyano, había advertido que hubo una caída en las toneladas recolectadas de basura. La semana pasada se conoció que el dirigente sindical le detalló este dato a la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En concreto, Moyano reveló que el año pasado cada camión juntaba en promedio 12 mil kilos de basura, cifra que para este año se ubica en 5 mil kilos.
Este dato se contrasta con el difundido por el Indec que da cuenta de una caída del 8,3% de la recolección de residuos en julio en comparación con el mismo mes del año pasado, mientras que en el mes la caída fue del 1,7%.
Este segmento de los servicios públicos acumula 5 meses de caída consecutivos. La variación se desprende de las toneladas recolectadas. Para el sétimo mes del año se registró el menor volúmen desde la pandemia con 495 mil toneladas, según datos del CEAMSE en el área de la CABA, 24 partidos del Gran Buenos Aires y Berisso, Ensenada, La Plata, Presidente Perón y residuos de privados.
Algo similar se registra entre los recicladores urbanos. En Argentina, más de 200.000 personas trabajan como cartoneros y recicladores, de los cuales más de 20.000 están organizados en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR).
La caída de los volúmenes recolectados se superpone con los menores precios del cartón luego de la apertura de las importaciones. A principios de año, el cartón se vendía a más de $300 el kilo. En la segunda mitad del año, estos valores se ubican por abajo de $150.
Casi la mitad de las cooperativas de recicladores se dedican específicamente a la recuperación de cartón para su reutilización. Esta contracción de la actividad y la baja de los precios a la importación ya tuvo impacto en las cooperativas del sector. El mes pasado la cooperativa Recical, de Córdoba, debió cerrar sus puertas de manera temporal "debido a las difíciles condiciones económicas y la disminución del valor de los materiales reciclados".
En los productos vendidos directamente a la industria para luego ser reciclados, el kilo de cartón se abona (en promedio) $163, el papel blanco $310 y el papel de diario $155. El año pasado superaban los $350 en el kilo de cartón. Estos valores tienen fuertes variaciones a lo largo del país, pero son significativamente menores para los recolectores que no trabajan en cooperativas, ya que en algunos casos llegan a cobrar el kilo de cartón $80 o menos.
Las importaciones de cartón también reportaron un efecto en la industria. Según CAME, la actividad del papel y el cartón se desplomó 21,1% en agosto y fue el sector con mayor retroceso, pero creció 4,2% contra el mes anterior. La capacidad ociosa del segmento asciende al 60%.
Algo similar se da en el terreno de los plásticos. Desde la Cámara de la Industria de Plásticos de Córdoba denunciaron una pérdida de competitividad del plástico reciclado ante la baja de los precios de la materia prima virgen importada. En el caso del plástico reciclado, el pet cristal (que es más caro porque es totalmente transparente) se abona $410 el kilo.
La razón de que se note más el impacto en el interior se da por la suma de otro factor: el precio de la nafta. En lo que va del año, el cartón recortó su precio a la mitad mientras que el de los combustibles se triplicó. Esto impacta directamente en la actividad de reciclado ya que en las provincias se hacen las ventas con camiones que pasan a levantar la mercadería por cada sede de la provincia, lo que aumenta mucho el costo de la actividad versus los precios de la materia prima.
