Las luces se apagan y la tensión invade al público. El reencuentro del organista Rolando Savino con su viejo instrumento en la Iglesia de San Patricio lo transporta a aquella tarde de julio de 1976 cuando encontró los cuerpos de tres sacerdotes y dos seminaristas antes de la misa. Sus recuerdos vuelven al presente con una serie de relatos para contar la historia.
Con las interpretaciones de Guillermo Flores, Melody Llarens, Dolores Cano, Julian Pardo, la obra "El Crimen de San Patricio", de Elba Degrossi con música en vivo de Mariano Schneier, conmueve a la audiencia al punto que sobre el final no pueden disimular sus ojos conmocionados y cargados de lágrimas.
La Iglesia de San Patricio fue testigo de la masacre a los curas palotinos en 1976. Fuente: archivo
En la madrugada del 4 de Julio de 1976, en la Iglesia de San Patricio del barrio de Belgrano R, fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas pertenecientes a la orden de los palotinos: el Padre Pedro Duffau, el Padre Alfredo Leaden y el Padre Alfredo Kelly y Salvador Barbeito y Emilio Neira.
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Hasta el presente el crimen permanece impune con complicidad de la Iglesia y el aparato judicial que por entonces "colaboraron para que este crimen no se esclareciera", denuncia Llarens en comunicación con El Cronista. La actriz interpreta a Carmen, una mujer del barrio que fue testigo del encuentro de los cadáveres de las cinco víctimas en manos de un grupo de tareas de la Junta Militar.
La obra viaja hasta el pasado para contar de manera dramática la persecución y posterior asesinato de los curas palotinos. En la construcción aparecen elementos de la realidad junto con un despliegue de ficción e interpretación por parte de los actores.
"Siento mucha responsabilidad de hacer este personaje porque sé que representa a mucha gente", confiesa la actriz. En su rol están personificados varios de los vecinos conmocionados por el aberrante suceso que sacudió a la iglesia católica argentina hasta hoy, tanto es así que integrantes de la agrupación Palotinos por la Memoria está tratando de canonizar a los curas a través de un pedido directo hacia el Vaticano.
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Llarens interactúa directamente con la platea que la observa casi sin respirar. Conteniendo el aliento, el feedback y la intimidad que se genera en la sala del Teatro Tadrón de Palermo con los actores en escenas es único.
"La obra es muy intimista y super emotiva, es la primera vez que me pasa algo así. Hay mucha gente que vivió la dictadura y está atravesada con el tema. Cuando se prenden las luces ves a la gente con los ojos llorosos, conmocionada", confiesa la protagonista.
Incluso, la emotividad que se genera es tal que logra movilizar a extranjeros que no conocen en detalle este episodio de la historia argentina. "Hay funciones donde hay gente que después de la obra nos pregunta cosas. Ha pasado que viene gente extranjera de Brasil o Italia, que no conocían el tema y se quedan conmovidos y nos preguntan cosas", cuenta.
En ese sentido, asegura que "como es una historia presente, hay mucha gente que la tiene viva". Lo cierto es que a 48 años de los hechos la única persona que fue juzgada por el crimen fue el periodista Eduardo Kimel, quien investigó los acontecimientos y falleció sin conocer que su sentencia había sido revocada, tal cual cuentan en el epílogo de la obra.
"Es un crimen que sigue impune y quedó en el olvido porque como fue en el principio de la dictadura, después pasaron tantas otras atrocidades que quedó tapado por eso", analiza la intérprete y cierra con un mensaje contundente: "Es importante mantener viva la memoria y apuntar a que no nos pase nunca más que se manejen con tanta impunidad todos estos sucesos".
"El Crimen de San Patricio" estrenó el pasado 6 de septiembre y tendrá funciones todos los viernes hasta el 9 de noviembre en Tadrón Teatro de Palermo a las 21.30. Las entradas se pueden obtener por Alternativa Teatral o en la boletería.
