Luego de sufrir un paro cardíaco, el miércoles por la noche falleció el ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez. El empresario, que tenía 84 años, estaba internado en el Sanatorio Otamendi y tenía antecedentes de problemas de salud.
El dueño de Conarsa, empresa dedica a la fabricación de contenedores plásticos de basura, bandejas y cajones para cargas y depósitos, presidió entre 1994 y 2010 la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP). Y recién en el año 2004 saltó a la dirigencia de la UIA para mantener allí durante tres periodos: 2004-2007, 2009-2011 y 2013-2015.
Pero no fue su única inversión Conarsa, sino que también incorporó a su patrimonio a la sanjuanina Delphi Packard Argentina Sociedad Anónima (SA) y fue socio de la compañía Taurus en Brasil, la firma que fabrica armas.
Sus presidencias en la UIA coincidieron con los mandatos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, con quienes tuvo sucesivas tensiones. Pese a ellos, durante su retiro Méndez les dedico a ambos unas palabras. "Voy a realizar un comentario personal medio nostálgico: nos vamos juntos. Esta tarea con la que me han honrado coincidió con sus dos presidencias y la de Néstor Kirchner, nunca tuve un jefe que no sean ustedes".
Una salida anticipada de la organización que produjo tensiones entre las líneas internas sobre quién sería su sucesor. Que terminó siendo elegido el arquitecto y Magíster en Dirección de Comunicación Institucional, Adrián Kaufmann Brea, que venía de la multinacional argentina Arcor.
Pero su retiro de la UIA no significó su fin en la arena política y económica nacional. En un primer momento, apoyó a Mauricio Macri, pero con el paso de la gestión confesó que se equivocó. "Si el Gobierno no demuestra capacidades para hacer correcciones, estamos perdidos", declaró en su momento. Y agregó: "No se ve una solución ni señales de recuperación", respecto la situación económica del país durante la gestión de Cambiemos.
Se trata de un eslogan de campaña que, aseguró, no se cumplió. "Uno ha hecho una elección y no ha habido una respuesta adecuada a eso. Se decía que era Cambiemos, y el cambio no se realizó", sentenció. Pero no por ello se alineó por completo con la oposición de su momento.
Cuando se lo consultó sobre por qué las inversiones no venían a la Argentina, sostuvo que no se debería al temor de que vuelva a gobernar el populismo, sino a que "no somos confiables". En esa línea hizo una fuerte crítica a las propias decisiones que tomó como empresario al elegir la Argentina.
"Sencillamente, yo no hago más inversiones en Argentina, así pagué un alto precio. Por supuesto que también tengo la cuota de incapacidad propia, porque uno tampoco es lo bueno que debería ser. Pero la media general es mala, y los industriales estamos en esa media general", se sinceró.
Dichas declaraciones se generaron luego de que Méndez tuviera que cerrar su autopartista ITEC ubicada en la provincia de San Juan con 31 años de trayectoria a causa de la apertura de las importaciones. Lo que generó el despido de más de 300 trabajadores, luego de un año de varias suspensiones. La compañía tenía pérdidas mensuales de $2 millones y acumulaba una deuda de $180 millones.