Tres hábitos simples pueden cambiar la forma en que se viven las mañanas y la energía con la que se inicia el día. Muchos dependen del café para comenzar sus actividades, mientras que otros optan por una ducha para activarse. Sin embargo, las estrategias más efectivas pueden ir más allá de estos rituales matutinos, como sugieren los expertos de Harvard.
El Programa de Educación Continua de la Universidad de Harvard, específicamente el Professional & Executive Development, identificó 3 prácticas recomendadas por destacados líderes empresariales que pueden optimizar la energía y el rendimiento diario. Conocelas a continuación.
Despertarse temprano se ha consolidado como una de las claves para comenzar el día con buen pie.
Richard Branson, el fundador de Virgin Group, citado en un artículo de Mujer Hoy, asegura que levantarse a primera hora brinda la oportunidad de dedicar tiempo a actividades placenteras, como el ejercicio o momentos con la familia.
Esta estrategia permite un inicio más relajado, y también contribuye a un mejor rendimiento a lo largo del día.
Incorporar actividad física a la rutina matutina resulta fundamental para mejorar la energía y la productividad.
Travis Bradberry, especialista en inteligencia emocional, enfatiza que la práctica deportiva puede llevar a una mayor vitalidad y a un estado de ánimo más positivo.
Investigadores de la Universidad de Bristol han demostrado que, incluso con tan solo 10 minutos de ejercicio por la mañana, el cerebro libera neurotransmisores que promueven la sensación de bienestar. Una simple caminata puede ser suficiente para activar el cuerpo y la mente.
La planificación es otro de los hábitos destacados por Sally Susman, vicepresidenta ejecutiva de asuntos corporativos de Pfizer.
Ella inicia su jornada dedicando unos minutos a la escritura creativa, ya sea a través de un diario o simplemente anotando ideas. Este proceso, junto con la lectura de la prensa y la organización de las tareas del día, ayuda a establecer prioridades.
Según Susman, dedicar tiempo a estas actividades facilita la gestión efectiva del día y asegura que se aborden primero las tareas más relevantes.
Estos hábitos, cuando se implementan de manera consistente, pueden transformar radicalmente la manera en que se enfrenta el día, generando un aumento significativo en la productividad y el bienestar general.