La clase media en la Ciudad de Buenos Aires perforó su promedio histórico del 40% de la población en los primeros dos trimestres del año, detallaron los datos del gobierno porteño.
Así, en línea con la suba de la pobreza del arranque de la gestión de Javier Milei, la participación de la clase media se ubicó en 38,5% en el primer semestre de 2024, informaron desde el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Al observar por trimestre, la mayor caída se dio en los primeros tres meses del año, cuando la clase media abarcó al 37,4% de la población, mientras que en el segundo se recuperó y fue del 39,6%.
El quiebre del piso del 40% se dio por primera vez este año al menos desde 2015 tanto en la medición semestral como trimestral.
Esta evolución repite lo ocurrido en la medición nacional, donde los peores indicadores se dieron en los primeros tres meses del año, los más afectados por la inflación.
El sector acomodado (cuyos ingresos son 4 veces la canasta total) se mantuvo sin cambios en el 5,3% de la población en ambos trimestres, pero se contrajo 3,4 puntos contra el semestre anterior y 1,7 puntos contra el mismo semestre de 2023.
Por otro lado, el sector medio frágil aumentó en el segundo trimestre. Estos son los hogares con ingresos que no alcanzan a ser 1,25 veces la canasta total del sistema de canastas de consumo, medición que cubre un conjunto de bienes y servicios en base al estándar de vida de la población de la CABA.
En este caso, en el primer semestre el 10,9% de la población se ubicó en este segmento, un punto más que en el semestre inmediato anterior. En la desagregación trimestral, esta fue del 10,9% en los primeros tres meses del año, y saltó al 12,3% en el segundo trimestre.
En el caso de la población vulnerable (hogares cuyo ingreso total mensual es de al menos la Canasta Básica Total, pero no alcanza la Canasta Total), en el primer semestre se ubicó en el 11% de la población, pero también registró una mejora en la división por trimestres: 11,3% en el primero y 10,7% en el segundo.
La pobreza (incluyendo aquellos que están debajo de la línea de indigencia) en la Ciudad ascendió al 33,6% en el primer semestre de 2024. En la comparación interanual, hay un aumento de 70.000 hogares y 159.000 personas en condición de pobreza.
En la discriminación por trimestre la variación fue del 35,1% en el primero y 32,1% en el segundo, medido en personas, mientras que en la medición por hogares también se desaceleró (30,6% en el primer trimestre vs. 26,4% en el segundo).
Las personas en situación de pobreza no indigente aumentaron en el semestre 0,6 puntos y fueron el 19,2% de la población. Sin embargo, también se redujo en la variación trimestral: pasó de 19,9% en el primero a 18,6% en el segundo.
Por último, en el caso de las personas en situación de indigencia, el primer semestre ascendió al 14,4%, el mayor registro histórico para el distrito, tras un salto de 3,2 puntos porcentuales. El mayor registro se dio en el primer trimestre (15,3%, casi 7 puntos más que en el mismo período de 2023), para luego recortarse en el segundo (13,5%).
En el caso de la variación trimestral, ninguno de los dos trimestres fue el máximo histórico, ya que este se registró en el segundo trimestre de 2020, primeros meses de la pandemia, cuando la indigencia marcó un 15,7%.
En un análisis del segundo trimestre de 2024 desde el Instituto explicaron que ganó peso la indigencia dentro del conjunto de personas con carencias de ingresos y pasaron a representar el 42,1% del total de personas en esa condición.
Los hogares encabezados por mujeres fueron los más damnificados por la pobreza. Esto se refleja en que en este segmento la pobreza fue del 31% contra el 21,5% en los hogares encabezados por hombres. En los hogares donde la persona ocupada se dedica al servicio doméstico (sector mayoritariamente femenino) la pobreza ascendió al 61,1%.
También se registró una incidencia superior al promedio en los hogares ubicados en la zona sur de la ciudad (42,4%). Lo mismo ocurre en hogares con niños y niñas menores de 14 años, donde la pobreza asciende al 39,9%.
El 45,4% de los niños, niñas y adolescentes (0-17 años) residen en hogares en condición de pobreza (304.000 personas en ese grupo de edad). Un año atrás, el porcentaje era de 39,6%.
El ingreso per cápita familiar de los hogares en condición de indigencia fue de $76.510 y el de los hogares pobres no indigentes fue de $203.506. Según estimaron desde el instituto, se requeriría transferir $283.071 a cada hogar en situación de pobreza para que salga de esa situación.
Los hogares en condición de pobreza tienen 2,8 miembros, por encima del 2,3 del promedio de la Ciudad.
Este aumento del peso de los hogares pobres sobre el total explica en gran parte la reducción de los estratos no pobres.
