Un comprador anónimo obtuvo en una subasta certificada dos armas con las que Napoleón Bonaparte habría querido quitarse la vida. El Ministerio de Cultura francés había prohibido su exportación, ya que las había clasificado como "tesoros nacionales" dado su valor histórico.
El ganador del remate de las piezas ofertó casi u$s 2 millones a través de la plataforma Osenat para alzarse como el nuevo portador de las dos pistolas decoradas que pertenecieron al referente de la Revolución Francesa.
El experto de la casa de subastas, Jean-Pierre Osenat, indicó que "las dos pistolas de percusión con incrustaciones de oro y plata reproducen el perfil del emperador" y se tazaron entre 1,2 y 1,5 millones de euros como precio inicial.
Ambas armas se remataron en su precioso estuche de madera (nogal, ébano y terciopelo verde bordado en oro) junto a sus accesorios. Las subastadoras Osenat y Rossini, que organizaron la venta en la región de París, no dieron ninguna información sobre el comprador, pero consideraron que fue un éxito.
Tras ser derrotado durante la campaña de Francia y durante su primera abdicación, Napoleón Bonaparte intentó suicidarse en la noche del 12 al 13 de abril de 1814 con las pistolas, pero el general y marqués de Caulaincourt les había quitado la pólvora, según narró el titular de la casa de subastas.
"El emperador regaló las dos pistolas y una espada a Caulaincourt en recuerdo de su lealtad en aquellos días oscuros. Desde entonces permanecieron en manos de su familia, que decidió separarse de ellas", añadió el experto.
El Ministerio de Cultura francés había emitido una orden que prohibía la exportación de las dos pistolas. La resolución fue publicada en el boletín oficial junto a un dictamen de la Comisión Consultiva de los Tesoros Nacionales, que las consideró como "un tesoro nacional".
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Las armas están "destinadas a unirse en las colecciones nacionales al sable llamado de los emperadores, que fue ofrecido al mismo tiempo por el Emperador recién derrocado al general Caulaincourt", según el mismo texto.
El sitio web oficial de la dependencia del Gobierno remarcó que, sea cual sea su valor o antigüedad, un bien cultural clasificado como tesoro nacional sólo puede salir de Francia temporalmente y con retorno obligatorio.
Según la normativa oficial, en caso de que se deniegue el certificado de exportación, durante los próximos 30 meses, las autoridades francesas pueden hacer una oferta de compra al dueño de la pieza, que también puede rechazarla. En caso de que el Gobierno desista de la negociación, la obra puede salir del país.