Una teoría científica apoyada en información de la NASA sostiene que la Luna se alejará tanto de la Tierra que llegará a desaparecer de la órbita en algún momento. Esta hipótesis se apoya en las fuerzas que aplica el principal satélite natural para evitar que nuestro planeta rote de forma normal sobre su eje.
El satélite más cercano a nuestra superficie suele ofrecer distintos fenómenos como las mareas, eclipses, sus fases lunares y hasta sismos propios. Sin embargo, su gran actividad galáctica es la misma que ocasionará su alejamiento de la Tierra, según una de las principales hipótesis.
Según la NASA, la Luna es capaz de reforzar el campo magnético de la Tierra gracias a su gravedad. Los científicos señalaron que este alejamiento se produce porque la fase terrestre que apunta hacia el cuerpo lunar es arrastrada por las fuerzas de este satélite.
De esta manera, el satélite sostiene a su astro vecino y frena su rotación, así se origina una órbita más ancha con un alejamiento entre ambas masas.
La Luna se alejaría de la Tierra con consecuencias como el cambio de las mareas.
Pese a que algunos autores sostienen que este distanciamiento podría tener consecuencias graves, la realidad es que es de apenas 3,8 centímetros por año, es decir una velocidad similar a la que crecen las uñas.
Otra de las secuelas de este fenómeno sería que las mareas cambien y el campo magnético terrestre sufriría la pérdida del refuerzo que le aporta la gravedad lunar. Sin embargo, el distanciamiento recién tendría lugar dentro de 50.000 millones de años.
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Por lo tanto, pasará mucho tiempo hasta que alguna persona pueda verlo, en caso de que todavía se conserve la humanidad y el planeta tal cual lo conocemos. En ese momento, habría distintas consecuencias, según la catastrófica teoría:
