Los pasajeros de Aerolíneas Argentinas deberán vivir otras jornadas de mucha tensión a partir del nuevo paro por 24 horas que afectará vuelos y servicios desde el mediodía del viernes, y que profundiza un conflicto que lleva varias semanas entre el gremio y la conducción de la compañía.
La medida, que se da en el marco de un conflicto salarial, iniciará el próximo viernes 13 de septiembre a las 12 y culminará el sábado a la misma hora, y es la continuidad del plan gremial para presionar a la empresa en la mesa paritaria, como viene ocurriendo en las últimas semanas con asambleas y paralización de actividades en los principales aeropuertos.
Pasado el mediodía de este miércoles los integrantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) votaron dar continuidad al plan de lucha.
La medida se da en un marco de conflicto mayor en el cual el Gobierno nacional manifestó su decisión de declarar la "esencialidad" del sector aerocomercial para garantizar servicios mínimos, particularmente en jornadas en las que los trabajadores realicen medidas de fuerza.
Consecuencia de los cruces de las últimas semanas, la aerolínea de bandera también dejó trascender su intención de apartar del directorio de la compañía del titular de APLA, Pablo Biró, como representante de los trabajadores en la mesa de conducción.
En esa estrategia, tampoco se descartaba la posibilidad de que la empresa avance con denuncias penales contra los referentes que impulsaron las huelgas en el sector.
Para alimentar, más ese fuego interno, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, aseguró en las últimas horas que hay líneas áreas extranjeras interesadas en el proceso de privatización de la empresa, una promesa de campaña del presidente Javier Milei que nunca abandonó en los nueve meses que lleva de mandato.
"Hoy la industria evolucionó muchísimo y los jugadores que entran a comprar o a interesarse en Aerolíneas son grupos de la aeronavegación comercial, no es que va a venir una agencia", dijo Lombardo en declaraciones a Radio Mitre al asegurar que "es una compañía interesante y el mercado argentino en términos internacionales es extremadamente fuerte".
Como consecuencia de las medidas gremiales previas, que ocasionaron la cancelación de cientos de vuelos y miles de pasajeros afectados, la empresa también comenzó a descontar parte de los salarios a más de 400 trabajadores como consecuencia de los "paros encubiertos", tal como calificó Aerolíneas a las asambleas en los lugares de trabajo.
Por el incumplimiento de sus tareas y la afectación del programa de vuelos de la compañía en distintas jornadas de agosto y septiembre, se decidieron descuentos promedio de $ 150.000 por día para pilotos, y de $ 50.000 por día para tripulantes.
La medida de fuerza anunciada a partir del mediodía del viernes por 24 horas generará nuevas cancelaciones y reprogramaciones de vuelos, aseguraron desde la compañía, al anticipar que evalúan los alcances del paro recientemente anunciado.
Biró, en el centro de las imputaciones del Gobierno, manifestó esta tarde que la medida consistirá en "un paro activo por 24 horas que va a afectar inicialmente viernes y sábado" aunque todavía resta a los gremios que adhieren articular la mejor forma de implementarlo.
"Nosotros no estamos en condiciones de que se sigan degradando los salarios", justificó Biró, quien denunció que la falta de acuerdo paritario forma parte de "los intentos privatizadores del Ejecutivo".
El viernes 6, el gremio aeronáutico realizó un paro de nueve horas que afectó las operaciones en el Aeroparque Jorge Newbery el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por lo que -según la empresa- se vieron afectados 150 vuelos que serán reprogramados perjudicando a un total de 15.000 pasajeros.
En aquel entonces, Lombardo calificó la medida como "extorsiva y sin ninguna lógica" porque se realizó "de forma intempestiva en medio de una negociación salarial que en ningún momento se cerró".