Para los habitantes de países que tienen grandes niveles de inflación y una devaluación de su moneda local, es una experiencia cotidiana pensar en el dinero y cuánto vale constantemente.
En Argentina es común la noción de que el peso "no vale nada" en comparación con divisas más fuertes como el dólar estadounidense.
Ni dólar, ni euro: esta es la moneda más fuerte del mundo
Sin embargo, existe una nación que se ubica primera en el podio del billete más débil y depreciado a nivel global: tan solo 1 unidad equivale a 0,000024 dólares.
Se trata del Rial Iraní (IRR), la unidad monetaria del país islámico con la mayor extensión territorial (unos 1.745.150 km cuadrados) y donde habitan más de 88 millones de habitantes.
El Rial Iraní es la moneda que menos vale en el mundo. Foto: Banco Nacional de Irán.
Es la nación con la mayor devaluación a su divisa en la actualidad: 1 dólar equivale a la cifra de 42.285 IRR. Además, posee billetes con una denominación de hasta 10.000 riales.
Hasta la Revolución Islámica de 1979, un rial equivalía a un centavo de dólar. Pero, a raíz del derrocamiento de la monarquía se detonó una gran fuga de capitales que disparó la devaluación que persiste hasta el día de hoy, con fuertes influencias políticas de por medio.
Cuál es la moneda más barata del mundo y cuánto vale.
Dólar, inflación y PBI: cambios de proyecciones para el resto de 2024
Alerta dólares: estos billetes ya no serán aceptados nunca más
Una de las principales causas es la presencia de sanciones económicas impuestas a Irán por parte de diversos países. Estas han limitado su acceso al sistema financiero internacional, dificultando las transacciones comerciales y reduciendo la demanda de su moneda.
Además, la economía local depende en gran medida de la exportación de petróleo. Las fluctuaciones en los precios del crudo y las sanciones que limitan las exportaciones petroleras afectaron directamente a la estabilidad del rial.
Esta es la moneda con menor valor del mundo: el Rial Iraní es la más barata en la actualidad.
Por otro lado, las políticas económicas del gobierno iraní son constantemente criticadas por su falta de transparencia y su incapacidad para controlar la inflación y estabilizar la moneda. Sumado a los controles de cambio, este contexto se presta para el desarrollo del mercado negro.
