El gran interrogante financiero pasa por la fecha del levantamiento del cepo. A juzgar por las declaraciones de los funcionarios, el dato a mirar es la brecha cambiaria. Tanto Javier Milei como Luis Caputo han señalado que las restricciones cambiarias se eliminarán cuándo no provoque impactos macroeconómicos. Al decir del ministro de Economía, la condición es que "cuando salgamos del cepo no pase nada".
El viernes la brecha cambiaria entre el "contado con liqui" y el dólar mayorista cedió a 32%, el menor valor desde mayo y ya lejos del 50% alcanzado en pleno tembladeral de julio. El camino por recorrer no es corto para las ambiciones oficiales, pero al menos es menor al de un mes atrás.
La madre de todas las soluciones cambiarias pasa por los datos monetarios. Si observamos el último informe monetario del BCRA, la base monetaria al 3 de septiembre se ubicó en $ 23,39 billones, y era de $23,29 billones un mes atrás. Un crecimiento de apenas 1%. Para tener una idea del descalabro en 12 meses, la última parte de la gestión de Alberto Fernández, la base monetaria era de $6,62 billones un año atrás.
El blanqueo es lo que está incidiendo en la mayor oferta de divisas y por ende en la caída del "contado con liqui", el MEP y en el dólar libre. Y precisamente este blanqueo es lo que alimentó el optimismo para que esta tendencia se acentúe en las tres semanas que restan hasta el fin de la primera etapa el 30 de corriente.
Econviews, la consultora que dirigen Miguel Kiguel y Andrés Borenstein, destaca que esta reducción de la brecha "se puede interpretar como un símbolo de confianza, con bonos y acciones que aguantaron bastante bien una mala semana para los mercados internacionales. Puede haber algo del efecto blanqueo, puede ser también que haya habido algo de intervención por parte del Banco Central, pero la verdad es que no lo sabemos".
Agregan que "por el lado del blanqueo está claro que está teniendo un efecto en los depósitos en dólares que si bien no mejoran las reservas netas proveen liquidez al Banco Central. Desde el 31 de julio los depósitos en dólares crecen más de u$s 1,000 millones. Eso incentiva más a los bancos a prestar dólares y esos dólares se liquidan en el mercado oficial mejorando, más no sea temporariamente, la situación de reservas del Banco Central".
En el equipo económico se muestran confiados en este septiembre financiero. Luis Caputo publicó el miércoles en la red social X un pronóstico audaz, que tras dos ruedas financieras se está cumpliendo. "Cosas que ya están pasando y se van a exponenciar en los próximos meses: la inflación va a bajar, la economía va a recuperar, los impuestos van a bajar, las regulaciones van a colapsar, el crédito privado va a explotar, la demanda de dinero va a aumentar, los pesos van a faltar, los dólares van a sobrar, el dólar financiero va a converger al dólar oficial".
Con el congelamiento de la base monetaria, apuntan a que el techo de la brecha, el CCL, caiga. La historia económica argentina muestra que siempre lo que subió fue la base, es decir, el dólar oficial. Pero claro, nunca antes se congeló tan drásticamente los pesos en circulación.
La reducción de la inflación juega un rol clave en las expectativas del mercado. Hay que tener en cuenta el tiempo que pasa entre la reducción de la base y el impacto en precios. Este miércoles se dará a conocer el dato de agosto. Según información a la que accedió El Cronista, aún restaban contabilizar los relevamientos del interior del país. Sin ellos, el porcentaje de aumento comenzaba con el número 3, pero muy cerca del 4. Con esos relevamientos podría estar muy poco arriba de 4% o muy poco por debajo.
La salida del cepo depende de otros factores en realidad. La Reserva Federal se reunirá el 17 y el 18 del corriente mes para definir seguramente el inicio del ciclo de bajas de las tasas. En Wall Street descuentan que puede hacer un punto porcentual de bajas hasta fin de año. Una bendición al plan económico. Hay que seguir de cerca el precio de la soja y del petróleo (que cada vez es más importante en la economía argentina merced a Vaca Muerta).
¿Se viene la primavera financiera?