Un equipo de científicas argentinas está llevando adelante una investigación que estudia el impacto del estrés en el embarazo y la lactancia, y cómo estas situaciones afectan el desarrollo de los recién nacidos.
El estudio busca entender de qué manera las madres que atraviesan momentos de tensión durante estas etapas pueden influir en la salud física y emocional de sus bebés, abriendo el camino para futuras estrategias de prevención y cuidado.
El estrés materno durante el embarazo y la lactancia puede generar efectos negativos en los recién nacidos, tanto a nivel conductual como molecular.
Investigaciones realizadas, en animales, por el equipo de Marta Antonelli, del Instituto de Biología Celular y Neurociencias (IBCN, CONICET-UBA), evidenciaron que este tipo de estrés afecta el desarrollo neuroconductual de las crías, lo que puede repercutir a lo largo de su vida.
A través de modelos animales, los estudios han detectado que el estrés durante el embarazo puede producir:
La investigación comprobó que el vínculo entre madre e hijo durante la lactancia es crucial para reducir los efectos del estrés prenatal.
Ensayos con adopción cruzada revelaron que crías de madres estresadas, al ser criadas por madres no estresadas, mostraron un desarrollo más saludable, lo que subraya la importancia del entorno postnatal para mitigar el impacto del estrés.
Además, estudios sobre maltrato infantil confirmaron que la falta de recursos maternos provoca un aumento de conductas violentas en las madres hacia sus crías, afectando su desarrollo neurológico.