Bocas del Toro ya no es solo uno de los destinos turísticos más reconocidos del Caribe, desde que el Hotel Pullitzer inauguró su restaurante se volvió una esquina popular del centro de Buenos Aires. Sin embargo, hay una joya oculta debajo de este emblemático polo gastronómico que no te podés perder.
Este bar secreto en el subsuelo de Paraguay y Esmeralda es un viaje al siglo XIX por su tradicional decoración, su estilo lúgubre y su ambientación con paredes tapizadas. Mesas bajas, sillones cómodos y barman que se visten de mozos, pero que preparan una de las mejores coctelerías de Capital harán de esta experiencia algo único.
El Pullitzer del centro esconde, debajo de su restaurante principal, el Boca del Toro Club, un exclusivo bar que parece sacado de la serie Peaky Blinders. No solo por su ambientación, sino por el viaje en el tiempo que simboliza.
Escondido como en las épocas de la ley seca, cuando el alcohol estaba prohibido en Estados Unidos, este bar sirve algunas entradas que invitan a acompañarlas con los mejores tragos.
Sin dudas, un infaltable son sus langostinos en tempura con una salsa tártara suave e imperdible para contrastar el contraste de su fritura. Los involtini de zucchini con ricota y romesco son otra alternativa diferente y bien sabrosa. Para los más clásicos, hay un hummus con vegetales y galleta crocante, una selección de fiambres o unas croquetas.
Uno de los puntos más altos de Boca del Toro Club es su coctelería que la sirven y preparan las mismas personas lo que le da un toque especial al lugar, ya que el mozo recomienda sus propias preparaciones como una suerte de Tom Cruise en la película Cóctel (Cocktail).
Los tragos de autor son uno mejor que el otro. Para los que buscan opciones más dulces, la duquesa (ron, lima, licor de sauco y Campari) o el heart con vodka, moras, lima y almíbar. Otra alternativa más exótica es el morado que permite sentir el sabor del repollo morado por la nariz, aunque no es tan invasivo al degustarlo, porque el gin y los cítricos le cortan la intensidad.
Para los amantes de los más amargos, el Coffee and Negroni es una infusión con granos de café, Jack Daniels y Campari acompañada de vermut que no falla. La Milonga Tiki es el viaje a la serie inglesa: whisky, brandy con jugo de pomelo y limón, un hit.
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Por otro lado, hay tragos clásicos, mocktails (coctelería sin alcohol), vinos y bebidas alcohólicas puras en shots o medidas, pero sin dudas lo ideal es pedir los tragos de autor que rondan los $ 8000 u $ 8500 cada uno.
Para los amantes del postre, se puede cerrar la experiencia con algo dulce como el pie de chocolate y cítricos, aunque la pastelería no es el punto más fuerte del lugar. Se recomienda reservar o consultar disponibilidad.