Un grupo de buzos encontró un tesoro de incontable valor en las profundidades del Mar Báltico, cerca de la costa de Suecia. Se trata de un particular botín oculto en botellas de champagne almacenado en un barco que naufragó hace más de 150 años.
El equipo de origen polaco y que dio cuenta del hallazgo forma parte del grupo Baltictech que tienen como hobby explorar el fondo del océano. Tomasz Stachura, líder de la misión, confesó a la agencia AFP que, si bien realizan este tipo de actividades por curiosidad desde hace mucho tiempo, se sorprendieron por el trofeo.
"Descubrir un naufragio con tanta carga es una novedad para mí", enfatizó.
Buzos polacos encontraron un naufragio del siglo XIX que ocultaba en sus bodegas alrededor de 100 botellas de champán, cajas de agua mineral y porcelana.
El referente de la misión contó que realizan estas travesías hace 40 años donde suelen toparse con "una botella o dos", pero que esta vez el hallazgo fue especial.
El hallazgo fue descripto como un "tesoro raro y lleno de valor histórico". Los buceadores notaron que la nave "estaba cargada hasta el tope".
Los buzos encontraron un barco lleno de champagne de hace más de 150 años.
"Este tipo de descubrimientos son fundamentales no solo para los buceadores, sino también para todos aquellos que valoran nuestra historia y patrimonios marinos", concluyó Stachura en el posteo de redes sociales donde compartió los detalles del hallazgo.
El equipo localizó el barco gracias a una investigación de décadas. Su curiosidad los llevó a explorar nuevas ubicaciones. Pese a que, al principio, pensaron que se trataba de un barco de pesca común, los buzos Marek Cacaj y Pawel Truszynski decidieron sumergirse durante dos horas para confirmar que la nave tenía una cantidad significativa de champán.
El agua mineral encontrada estaba sellada en botellas de cerámica con el logo de la marca alemana Selters. Gracias a la ayuda de los historiadores y al análisis del material se pudo determinar que la nave data de entre 1850 y 1867.
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Una de las incógnitas aún pendientes por resolver reviste en la procedencia de la bebida y su destino. El líder del equipo de buzos sugirió que podría tratarse del espumante Louis Roederer, conocido por ser uno de los preferidos en la corte imperial rusa del siglo XIX.
Si bien se contaron más de 100 botellas de champán y agua mineral, Stachura señaló que podría haber muchas más. El equipo de investigación aún trabaja en el análisis del botín junto al Instituto de Investigación Arqueológica Marítima de la Universidad Södertörn de Suecia.
El líder del equipo confirmó que buscan extraer el contenido de las botellas para saber si se puede tomar.
Otra de las claves para definir es si el botín resulta seguro para consumir.
Sin embargo, antes de proceder con la extracción de las botellas, existen restricciones administrativas que deben considerarse. Stachura argumentó que el botín "permaneció sumergido durante 170 años, así que puede esperar un año más mientras nos preparamos mejor para la operación".
