Tras los aumentos tarifarios, el Gobierno empieza a ver los resultados en las cuentas públicas: el gasto en subsidios cae fuertemente, un 40% en términos reales. Sin embargo, todavía tiene margen si quisiera seguir actualizando los precios relativos, dado que el Estado continúa subvencionando más de la mitad de las boletas.
Sin embargo, en materia tarifaria, las definiciones sobre los futuros aumentos están sujetas al objetivo principal del Presidente, Javier Milei, de sostener una baja en la inflación.
Así se desprende del último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet.
Con respecto a diciembre de 2023, el costo de la canasta total se incrementó un 380% a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero, junio y agosto), gas natural (abril, junio y agosto) y agua (abril, julio y agosto). En la desagregación por servicio que realiza el IIEP se observa que el incremento más importante fue en la tarifa de gas natural, con un aumento del 1.132% respecto a diciembre de 2023. El gasto en transporte subió un 484%, en agua un 267% y en energía eléctrica, un 204%.
Los aumentos ya se sienten en las cuentas públicas, un dato clave para el superávit fiscal, una de las anclas del programa del ministro de Economía, Luis Caputo. Los subsidios económicos a los sectores Agua, Energía y Transporte tuvieron hasta julio un crecimiento acumulado anual del 126% interanual respecto del mismo periodo del año anterior, y por lo tanto su variación real, descontada la inflación, muestra una reducción del 40%. Fueron $4,8 billones los que se destinaron a estas partidas. Las mayores caídas se dieron en: agua (-69%), transporte (-41%) y energía (-40%), todo en términos reales.
Pese a estas caídas en los subsidios, el Estado continúa cubriendo gran parte de las tarifas de las familias. El promedio en todos los servicios públicos es del 44%, aunque varía según cada uno.
En el caso de la luz, con los nuevos precios mayoristas fijados por la Secretaría de Energía a partir de agosto, la cobertura de costos del sistema eléctrico indica que, en promedio, el 43% lo aporta el usuario vía tarifas, mientras que el 57% del costo lo cubre el Estado, según el IIEP. Esto varía según el poder adquisitivo de los hogares: los de más bajos ingresos (catalogados como nivel 2, N2) pagan el 24% del costo de generación, mientras que los de altos ingresos (nivel 1, N1) pagan el 86%, por lo que aún siguen siendo subsidiados. Situación idéntica a la de los N1 tienen las empresas industriales y comerciales.
En el caso del gas, la injerencia es mayor. Con los nuevos precios del gas PIST, la cobertura de costos de abastecimiento del gas natural indica que, en promedio, el usuario residencial abona el 30%, mientras que el 70% restante es cubierto por el Estado. Los N2 pagan el 20% del gas, mientras que los N1 pagan el 55% de su boleta y el resto son subsidios.
En el agua, las familias dejaron de estar subsidiadas y ya cubren el 100% del costo. De hecho, en los meses en que Caputo decidió frenar aumentos en luz y gas, siempre se mantuvieron las subas previstas para el agua. Por eso Aysa es uno de los ítems que más registra baja en los subsidios, con un 69% en términos reales.
En el caso del transporte, la cobertura promedio de costos es del 25%, según el estimado del IIEP. Con los aumentos, el mínimo del colectivo en el AMBA pasó a $371, pero el costo técnico es de $1.132. El boleto promedio en las principales ciudades del país es de $823.
Así, la canasta de servicios públicos del AMBA de agosto representa el 14,3% del salario promedio registrado estimado del mes. Solo mirando los gastos en luz y gas, tomando el ingreso mínimo de cada segmento de ingresos, la factura promedio de los servicios públicos en el AMBA tiene un peso del 1,8% para los N1, del 12,8% para los N2 y del 4,4% para los N3. Si el pago de tarifas representa más del 10% del ingreso, se considera que esa familia está en situación de pobreza energética, según una medida que se observa internacionalmente.