Rumbo a su noveno mes, el "Boletín de calificaciones" del presidente Javier Milei -sobre la base de la percepción social que elabora la dupla de consultores políticos Isasi/Burdman- combina aplazos y aprobados, incluso en las mismas materias de gestión. Pero a la vez, el mandatario libertario vislumbra hoy un horizonte positivo de cara a las elecciones de mitad de mandato de 2025, ayudado por el viento de cola de los escándalos del peronismo.
En este sentido, el desplome en la imagen de su antecesor Alberto Fernández envuelto en una nueva causa judicial por una denuncia de violencia de género que se suma a la causa por los seguros del Estado apalanca la recuperación en la imagen pública de los dirigentes del oficialismo a la vez que arrastra hacia abajo a la oposición peronista.
"El efecto Alberto cambia el mapa político", sostienen los politólogos Julio Burdman y Viviana Isasi en base a un trabajo de relevamiento realizado entre el 9 y 14 de agosto de 2024 en localidades de todo el país. "Tras el escándalo del expresidente cae la imagen de la oposición, su intención de voto 2025" - completan- e indican que "hay baja expectativa de renovación dirigencial".
De hecho, a nivel general, la negatividad de Mili desciende a un 38% mientras que crece la intención de votos de sus candidatos en 2025 a un 47% y se desploma la intención de voto de la oposición de un 44% en julio a un 37% en agosto. Una parte de ese descontento se transfiere a la preferencia por un candidato del oficialismo -crece tres puntos- y otra parte engrosan las filas de los indefinidos, que pasaron del 12 al 16%.
De este modo, La Libertad Avanza encabeza las opciones electorales para el test de mitad de mandato del año próximo con un 30% de las preferencias, seguido por el peronismo (16%) y el PRO (13%). Si los amarillos y los violetas encontraran un punto de confluencia, se aproximarían al 50% de la oferta electoral -según este sondeo- mientras que el espacio opositor -dialoguista y duro- se vislumbra mucho más atomizado.
La izquierda asoma con un 7% por encima de la UCT (6%) y el kirchnerismo (5%) -si compitiera por fuera del resto del peronismo-; en paralelo, un 18%, casi una de cada cinco personas, no responde a favor de ningún candidato ni espacio todavía.
Un dato llamativo es que un tercio del voto a favor del oficialismo en 2025 se nutre de quien se identifica como parte de La Libertad Avanza, reteniendo el piso del espacio en los dos primeros test electorales de 2023. Solo un 10% del PRO y un 2% del radicalismo se inclinaría por esta opción.
El peronismo, si bien asoma como la principal corriente que nutre el voto opositor, enfrenta un duro revés luego de las denuncias de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández: el 57% de las personas afirma que no tiene esperanza en que haya una renovación política en la oposición de cara a 2025.
"Milei capitaliza el efecto Alberto", consignan Isasi y Burdman. "Aunque la pobreza se ubica en el primer lugar de los problemas nacionales, se consolida la imagen del presidente y su gabinete, crece su intención de voto 2025 y La Libertad Avanza se instala como la principal marca oficialista", sostienen acorde a las preferencias volcadas en su estudio.
Lo más llamativo, no obstante, es que se mantiene una polarización marcada a nivel social en torno al grueso de las áreas de gestión que impactan sobre la vida cotidiana, el bolsillo y la situación de las personas.
En el denominado "Boletín de Calificaciones del Presidente", que elaboran en el sondeo, "los votantes oficialistas califican muy positivamente sus promesas de campaña: lucha contra la inflación, alianzas internacionales, combate a la corrupción y liderazgo político" mientras que los votantes de la oposición reprueban en gran medida esas mismas materias.
"La gestión se está legitimando a sí misma", puntualizan. Como ejemplo, en la "lucha contra la inflación", los votantes oficialistas le otorgan un 8,6 en una escala de diez puntos mientras que los votantes opositores le ponen un 3,3. Lo mismo ocurren en el "combate a la inseguridad" -6,8 y 2,8, respectivamente-, "lucha contra la corrupción" -7,7 y 3- y "recuperación de la economía" -7,5 y 2,1-, entre otras áreas.
Aún en aquellas políticas donde el gobierno de Milei consigue una amplia aprobación, no siempre se atribuye directamente al Presidente la responsabilidad por la misma. Es el caso de las políticas de seguridad donde la ministra Patricia Bullrich se lleva el 63% de las valoraciones positivas. Lo mismo ocurre con Guillermo Francos, jefe de Gabinete, con el 44% de responsabilidad en lo que atañe al vínculo entre poderes y el vocero Manuel Adorni, con la Comunicación (48%), quien se convirtió ya en una marca de la gestión en ese aspecto. a contramano de otros voceros presidenciales desdibujados.
A la vez, Milei concentra toda la responsabilidad, según el sondeo, en lo concerniente a las "alianzas internacionales -69% frente a un 14% de Diana Mondino- y también puntea -aunque con un reparto más equitativo- en lo referente a las políticas contra la inflación -47% frente al 38% de Luis Caputo- y en la "lucha contra la corrupción", con el 42%.
En este punto, no obstante, quien asoma como el otro responsable es el Poder Judicial (30%) por encima de la ministra Sandra Pettovello (15%) a quien el mandatario pondera como la primera responsable de "desarticular los curros".