Envejecer es un proceso complejo y multidimensional que lleva a un deterioro progresivo de la fisiología y a un aumento de la vulnerabilidad a contraer enfermedades. Sin embargo, es muy poco lo que se sabe su impacto en los tejidos.
Debido a la gran cantidad de estudios existentes, hoy se conoce que las mujeres lo hacen más rápido que los hombres. Sin embargo, un nuevo análisis de la Universidad de Copenhague dio a conocer los motivos fundamentales del fenómeno.
Una de las conclusiones a las que llegó el estudio es que las mujeres experimentan los primeros signos de envejecimiento durante la etapa de desarrollo y la adolescencia. En cambio, los hombres muestran avance en la mediana edad (alrededor de los 40 años).
Sin embargo, y pesar de la disociación inicial, lo cierto es que los segundos no tardan en emparejarse con las primeras ya que el esquema que detentan es de mayor velocidad.
Los datos obtenidos podrían considerarse una evidencia hacia la hipótesis de que el envejecimiento puede ser un rasgo seleccionado en la evolución, ya que ocurre en las mujeres antes del pico de fertilidad.
Por otro lado, el lento (de los hombres) podría indicar una mayor capacidad de reproducción a través de una mayor longevidad.
Según la Universidad de Copenhague existen 5 factores que influyen en el envejecimiento prematuro de las mujeres:
El envejecimiento es un proceso natural, paulatino e inevitable, que no se manifiesta de igual manera en las personas, e incluso hay claras diferencias según el género.
En las mujeres, aparece antes, en particular durante la adolescencia; mientras que, en los hombres, los primeros signos se hacen notar alrededor de los 40 años, con un avance en el proceso más acelerado una vez que inicia.
Si bien las mujeres comienzan a tener signos de envejecimiento antes que los hombres, su progresión es más gradual, ya que una vez que se inicia el proceso en los varones, lo hace de una forma más pronunciada y acelerada.
Esto significa que los segundos pierden masa muscular más rápido, lo mismo sucede con la densidad ósea y otras funciones del cuerpo.
El envejecimiento fisiológico se entiende como los cambios biológicos que se producen en el cuerpo con el paso de los años. Estos comprenden la disminución de la función del sistema inmunológico y cambios hormonales, como la menopausia.
Hay tres factores que influyen en el envejecimiento fisiológico: la genética, las cuestiones ambientales y el estilo de vida.
En cuanto a los factores biológicos, hay dos aspectos fundamentales: los cambios hormonales y la genética.
En cuanto a la genética, las mujeres poseen dos cromosomas X, lo que propicia una mejor reparación celular y promueve una vida más longeva. Por otro lado, los hombres tienen un cromosoma X y uno Y, esto los condiciona a un mayor riesgo de padecer enfermedades genéticas.
El estudio explicó cómo los hábitos de la vida pueden llevar a un envejecimiento patológico.
Este no corresponde a los tipos normal y saludable, sino que se caracteriza por la presencia de cambios provocados como consecuencia de patologías o malos hábitos de vida.
En este sentido, las diferencias en los hábitos de la vida, como fumar, dieta y consumo de alcohol, influyen tanto para los hombres como para las mujeres.
Por lo general, estas últimas son más propensas a visitar al médico; en cambio, los hombres son más discretos con su salud.
En el aspecto estético se produce una notable diferencia en cuanto a la salud de la piel y el cabello.
Con la menopausia, las mujeres tienden a disminuir la producción de colágeno, esto se traduce en la manifestación de signos de envejecimiento cutáneo antes que los hombres.
En cambio, los hombres sufren con el pelo ya que suelen experimentar la alopecia más temprano, y alrededor de los 40 años aparecen las conocidas entradas.
En ellos, la salud de la piel se mantiene firme, los primeros signos de pérdida de colágeno tardan en hacerse visibles y se conserva más gruesa.