En un escenario en el que el Gobierno está sacrificando reservas para mantener a raya al mercado cambiario y prevenir el impacto de una eventual disparada del dólar en la inflación, preocupa el menor ingreso de divisas esperado para los próximos meses.
Ante la caída histórica del precio de la soja a nivel global, por debajo de los u$s 400, su menor valor desde el 2006; y el uso de reservas para controlar la brecha cambiaria, los mercados están inquietos por las dificultades del Gobierno de Milei para acumular dólares en estos meses y enfrentar los vencimientos de deuda del año próximo.
Hace semanas ya que el Banco Central viene vendiendo divisas, a diferencia de la racha compradora que supo hilar meses atrás: durante julio, el Banco Central perdió más de u$s 2.600 millones en reservas.
En particular, el mes pasado se registró una venta neta de u$s 181 millones, la más alta desde diciembre de 2023, por lo que estas ahora se encuentran en u$s 26.399 millones.
En este contexto, es esencial seguir de cerca los movimientos en la cuenta corriente luego de un mes de junio en el que el Gobierno registró su primer saldo negativo en el año, con un déficit de us$ 223 millones.
Al respecto, un nuevo informe de la consultora LCG analiza la balanza de pagos y advierte por las escasas fuentes de divisas de las que goza el equipo económico: ¿Qué esperan los especialistas para los próximos meses?
En el debate por las reservas y su uso, es clave mirar el movimiento de la balanza cambiaria de bienes y servicios y el flujo de la cuenta corriente, la cual en los últimos meses tampoco favoreció a la acumulación de dólares por parte del Gobierno.
Tal como detalla el último informe del mercado de cambios realizado por la consultora LCG, "en junio, la cuenta corriente registró un saldo negativo por primera vez en el año, con un déficit de u$s 223 millones".
Esto fue impulsado principalmente por menores ingresos de exportaciones (u$s 4.930 M vs u$s 6.450 M), mayores pagos por importaciones (u$s 4.136 M vs. u$s 3.744 M) y la baja estacionalidad que resultaron en un menor saldo comercial cambiario, que pasó de u$s 2.708 M en mayo a u$s 795 M en junio, explican los especialistas.
Aunque se acumularon reservas igualmente gracias a que "la cuenta capital y financiera dio un valor positivo", para esto "fue determinante el desembolso del FMI por u$s 791 M".
Así, tras analizar el mes de junio luego de que el Banco Central publicara los datos oficiales unos días atrás, desde LCG compartieron sus proyecciones en este ámbito para los próximos meses y advirtieron por la balanza cambiaria de bienes y servicios.
Aunque en el primer semestre esta se mantuvo en positivo, con el ingreso de u$s 15,6 MM por bienes y de u$s 1,3 MM por servicios como "las únicas dos grandes fuentes de divisas", los especialistas advierten que "ambas perderán fuerzas en el segundo semestre".
"La de bienes [perderá fuerza] por la estacionalidad baja de las exportaciones y por el progresivo aumento de los pagos de las importaciones", explica el informe.
Y continúa: "Y la de servicios se verá afectada (en el margen) por el aumento del monto autorizado a no liquidar en el MULC a las personas físicas exportadores de servicios".
Finalmente, LCG también señala como un elemento a tener en cuenta el aumento de la demanda de divisas para el pago de deuda extranjera durante los próximos meses, lo que podría hacer tambalear a las reservas.