La diferencia en el valor nutricional de las verduras frescas y las verduras congeladas es un tema de interés para muchos consumidores que buscan mantener una dieta saludable.
Mientras que las verduras frescas son valoradas por sus cualidades organolépticas, las congeladas no se quedan atrás en términos de contenido nutricional.
Sin embargo, es esencial considerar los aditivos y conservantes que algunas verduras congeladas pueden contener.
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Según un artículo de MejorConSalud, las verduras son fundamentales en cualquier dieta saludable debido a su alto contenido de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
Tanto las verduras frescas como las congeladas aportan beneficios similares para la salud, aunque pueden existir algunas diferencias menores en su composición nutricional.
Las verduras congeladas, cuando se procesan adecuadamente poco después de la cosecha, conservan la mayoría de sus nutrientes. Este proceso de congelación, que incluye una fase de escaldado para preservar el sabor, la textura y el color.
Asimismo, ayuda a mantener la estabilidad de minerales como el magnesio, zinc, calcio y hierro, así como de los fenoles y la fibra. Estudios, como el publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, han mostrado que algunas verduras congeladas pueden incluso tener mayores niveles de ciertos nutrientes en comparación con los alimentos frescos.
Por ejemplo, se encontró que el brócoli congelado tenía un mayor contenido de riboflavina que el fresco, mientras que en la arveja se observó una disminución de este nutriente.
Sin embargo, la diferencia en el contenido de entre las versiones frescas y congeladas de betacaroteno entre las versiones frescas y congeladas de zanahorias y espinacas fue mínima.
Otro estudio, compartido en Food Research International, señaló que el tratamiento de escaldado y la congelación no afectaron significativamente el perfil fitoquímico de las verduras durante un almacenamiento de hasta dos meses.
"En general, el contenido de vitaminas de los productos congelados era comparable y, en ocasiones, superior al de sus homólogos frescos. Sin embargo, se observó que el betacaroteno disminuía drásticamente en algunos productos", menciona el estudio.
En conclusión, las verduras congeladas son una alternativa nutritiva y práctica, especialmente cuando se desea reducir el desperdicio de alimentos, sin comprometer significativamente sus beneficios para la salud.
Al elegir verduras congeladas, es importante prestar atención a la etiqueta de ingredientes. Algunas marcas colocan añadidos, lo cual puede no ser ideal para todos los consumidores.
Aunque estas cantidades suelen ser pequeñas y no representan un riesgo significativo para la salud, algunos prefieren evitarlas para no añadir calorías innecesarias o por restricciones dietéticas, como la reducción de sodio.
Revisar la etiqueta de los productos permite tomar decisiones informadas y elegir opciones que se alineen con las necesidades y preferencias dietéticas individuales.