El hombre de negocios tomó la drástica decisión luego de haberse sentido "atacado" por su violencia.
Nicolas Puech es el mayor accionista de la marca de moda Hermés, y quien tomó una drástica decisión al elegir a su antiguo jardinero como el heredero de su fortuna estimada en u$s 15.000 millones.
El multimillonario de 81 años no tiene hijos directos y posee entre el 5 y 6% de las acciones totales de la empresa, las cuales podrían quedar en mano de su empleado doméstico.
El magnate francés de 81 años es el descendiente de quinta generación de Thierry Hermés, quien en 1837 fundó la marca de marroquinería que lleva su apellido.
La empresa fue creada en un pequeño taller con el objetivo de fabricar arneses de alta calidad para los carruajes de caballos. En poco tiempo, se expandieron y entraron al negocio de las maletas y bolsos de cuero que experimentaron una gran popularidad en el siglo XX.
Con el paso de los años, se convirtió es una compañía dedicada a la producción de ropa, relojes, joyas, perfumes y todo lo relacionado al mundo de la moda.
Puech es el mayor accionista de la firma, ya que alberga entre el 5 y 6% de la compañía junto con diversas propiedades por un valor cercano a los u$s 15.000 millones, los cuales podrían quedar en manos de su jardinero.
El multimillonario quiere dejarle su fortuna a su antiguo empleado doméstico por una disputa familiar, la cual inició cuando vendieron una parte importante de las acciones de Hermés a Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), un conglomerado de marcas de lujo que compite de forma directa.
Nicolas decidió renunciar al consejo de la marca, lo cual generó una pelea familiar. Su portavoz declaró que "renunció porque se ha sentido durante varios años asediado por miembros de su familia, quienes lo han atacado".
El posible heredero es su antiguo jardinero de 51 años, quien proviene de una humilde familia de Marruecos. Si bien no se reveló su identidad, se sabe que está casada con una española y tiene dos hijos.
El multimillonario tiene como objetivo adoptar al jardinero para dejarlo como sucesor cuando muera. Sin embargo, las leyes de Suiza exigen que la relación se haya forjado en la minoría de edad del adoptado para poder formar parte de la familia.
